Deporte y Negocio
Un agujero de 59 millones de euros complica la rentabilidad del Barcelona
- El club tendrá que vender por ese valor para cumplir su presupuesto
- La razón, su fallido verano en las ventas: solo obtuvo 65 millones
- Ha de moverse en enero o al final del curso para tener beneficios
Sergio de la Cruz
El Barcelona ya tiene presupuesto para el curso 19/20, en el que siguiendo la línea de las últimas temporadas presenta una tendencia ascendente y, por primera vez en la historia de un club deportivo, supera la barrera de los 1.000 millones de euros. Son, en concreto, 1.047 millones que también responden a un inmenso gasto de la entidad blaugrana (1.007 millones) y que obligarán a los culés a cumplir con rajatabla las previsiones para poder llegar al final del ejercicio con los beneficios propuestos. Y eso incluye ventas de jugadores.
El club no se anduvo con remilgos para reconocer que tendrá que seguir vendiendo jugadores durante la temporada para cuadrar las cuentas. El presupuesto recoge ventas por un valor de 124 millones de euros y, en ese sentido, los deberes todavía no se han completado. De hecho, a la entidad de Josep Maria Bartomeu le quedan 59,1 millones por recolectar.
Tras un final de temporada 18/19 en el que tuvo que ejecutar a toda prisa un trueque de porteros con el Valencia para equilibrar sus cuentas, el verano deportivo para los blaugrana no ha sido del todo exitoso en cuanto a las ventas. La marcha más cara fue la de Malcom al Zenit por un valor de 40 millones de euros. Tras el brasileño, poco más que rascar: 12,9 millones por Denis Suárez (al Celta) y dos por Sergi Palencia (al Saint-Etienne). Y, en el apartado de cesiones, los 8,5 millones que pagará el Bayern de Múnich por Philippe Coutinho y los 1,5 que dará el Celta por Rafinha. En total, 64,9 millones de euros.
Buena parte del devenir culé en el mercado de fichajes se encomendó a la venta fallida de Coutinho tras el pago de la cláusula de rescisión de Antoine Griezmann, que dejaba sin hueco al mediapunta en el equipo. Solo consiguió una solución temporal con su cesión al Bayern. Una fórmula que todavía puede salvar su ejercicio económico.
En el contrato de cesión del futbolista, tanto Barcelona como Bayern incluyeron una opción a compra de 120 millones de euros. La cantidad superaría las previsiones de los culés, pero depende de su rendimiento y de la rapidez con la que el Bayern ejecutase una hipotética adquisición para que ésta pudiese entrar en las cuentas del curso 19/20 (como con Paco Alcácer, cuya compra efectuó el Borussia Dortmund en noviembre de 2018, meses antes de que finalizase el plazo) y no en las del 20/21.
Al margen del brasileño, cualquier otra opción de venta durante la temporada implicaría la reducción de la plantilla, con los riesgos que conlleva en lo deportivo y en el contexto de una temporada larga, cercana a los 60 partidos. Para cumplir con los objetivos de venta, el Barcelona estaría abocado, además, a prescindir de algún hombre importante con el que llegar a esos 59 millones de euros.
De acuerdo con las valoraciones del portal especializado Transfermarkt, hasta siete jugadores tienen un valor de mercado de 60 o más millones de euros, pero casi todos ellos parecen intransferibles (Leo Messi, Antoine Griezmann, Ousmane Dembélé, Frenkie de Jong, Marc André ter-Stegen, Arthur y Clement Lenglet. Solo Dembélé aparece como un futbolista con opciones reales de venta, después de que durante el verano su futuro se pusiese en duda. Su tasación es de 100 millones de euros y, por ese precio, resolvería el problema económico del Barcelona...pero le restaría un efectivo de gran valor en ataque.
Otros futbolistas de menor precio son sospechoso de una posible venta. Dos de ellos son de pedigrí: Samuel Umtiti e Ivan Rakitic, valorados en 45 y 35 millones de euros y con menos protagonismo en este principio de curso. Nélson Semedo, con un valor de 40, también entraría en esta nómina de futuribles, al igual que Carles Aleñá, promesa de la cantera que tiene una valoración de 30 millones. En todo caso, el Barcelona tendría que vender varios jugadores, lo que mermaría la calidad del plantel y obligaría a atraer al primer equipo hombres del filial (como, por ejemplo, Ansu Fati y Carles Pérez).
Para cualquiera de estas ventas, el Barcelona tiene dos oportunidades: en el mercado de invierno y durante el mes que habrá entre el final de la temporada y el 30 de junio, fecha en la que, en caso de emergencia, el club podría colocar movimientos de emergencia para cuadrar el balance. De su capacidad para conseguirlo depende que el ejercicio 19/20 sea rentable o no.