Una guía fácil para iniciarse: ¿Cómo empezar a operar y a invertir en criptomonedas?

La forma de empezar a operar con criptomonedas dependerá de cada usuario y sus objetivos. Para aquellas personas que se quieran iniciar en la materia hay cauces sencillos, como cuando se invierte en acciones u otros activos. Sin embargo, quienes quieran meterse más de lleno en este universo y operar de forma descentralizada también tendrán varias opciones para hacerlo.

Además, cada usuario tendrá que diferenciar cuál es su propósito antes de entrar en criptomonedas. Si el objetivo es invertir, diversificar la cartera o pagar con bitcoin, ether o demás tokens.

En España, hay más de un centenar de firmas de criptomonedas que están registradas en el Banco de España (BdE) y que empezarán a estar supervisadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a partir de la entrada en vigor de la normativa europea (Markets in Crypto Assets, MiCA) al finalizar el ejercicio 2024. Estas plataformas funcionan como intermediarios y ofrecen servicios de inversión.

Aunque uno de los principios de las criptomonedas es la descentralización, la posibilidad de operar entre usuarios directamente a través de la tecnología blockchain y sin intermediarios, hay compañías que centralizan estos servicios para simplificar el proceso y hacerlo fácil para los usuarios. Son firmas especializadas en activos digitales o plataformas de intercambio de 'criptos' (por ejemplo, Binance, Coinbase o Bit2Me) o brókeres que ofrecen servicios de inversión en multitud de activos que también han entrado en este ámbito (por ejemplo, eToro o IG).

Operar con estas plataformas es muy sencillo, ya que únicamente requiere darse de alta como usuario, crearse una cuenta y comprar criptomonedas con una tarjeta bancaria. Como quien introduce sus datos bancarios en cualquier otra aplicación para contratar servicios de VTC o hacer pedidos a domicilio, pero con el objetivo de comprar criptomonedas con euros. El usuario ha de verificar cuál es la oferta de activos digitales de cada firma y ver si comercializan las 'criptos' que le interesan. Aunque hay miles de tokens, los principales suelen estar disponibles. Además, es importante informarse sobre las comisiones que cobran por operar.

Una vez se han añadido fondos al monedero, se pueden realizar distintas operaciones, algo que también hay que tener en cuenta a la hora de elegir la plataforma. Los usuarios pueden limitarse a comprar y vender criptomonedas o a invertir a largo plazo y vender cuando obtengan ganancias. En el mundo 'cripto' es habitual 'hodlear' (en vez de hold, en inglés, aguantar la posición). Se refiere al mantra 'Hold On for Dear Life' o mantén tus criptomonedas si quieres que te vaya bien en la vida, la estrategia de quiénes confían en el potencial de los activos digitales y se limitan a esperar a que el valor siga subiendo (algo que por supuesto no está garantizado). Es decir, no tocan sus fondos en mucho tiempo y dejan el dinero en estas cuentas.

Más allá de las operaciones básicas, hay aplicaciones que permiten intercambiar criptomonedas (como intercambiar divisas), pedir préstamos, hacer staking, pagar con criptomonedas o hacer transferencias. Todo ello dependerá de los servicios que ofrezca cada plataforma. Por ejemplo, Coinbase y Visa sacaron una tarjeta conjunta, que es un híbrido entre el dinero fiat y las criptomonedas. Permite pagar con 'criptos' o euros con tarjeta, ingresar parte de la nómina o hacer staking. La intención es combinar lo mejor de los dos mundos.

En general, todas estas operaciones y servicios están disponibles en los brókeres o las plataformas de intercambio de criptomonedas, exchanges. Estas opciones permiten al público general operar de forma sencilla.

Operar de forma descentralizada

Sin embargo, quienes quieran hacer una inmersión mayor pueden optar a usar carteras descentralizadas. Es decir, las que funcionan sin una empresa detrás que se encargue de gestionar las cuentas o efectuar y liquidar las transacciones, sino que lo hará directamente el usuario, mandando directamente las criptomonedas de una cartera a otra.

Para estos casos, MetaMask es la solución más popular. Es un software que se descarga como una extensión más en el navegador o también como aplicación móvil. Esta cartera funciona con varias blockchains, como la de Ethereum y todo lo que se base en el protocolo ERC-20, aunque no con la de Bitcoin. También es compatible con la red de Binance, BNB Smart Chain, con Harmony, Aurora o Avalanche, entre otras. Dentro de la página de soporte de MetaMask se pueden consultar todas las opciones disponibles.

Esta cartera sirve para transferir criptomonedas, para operar en el ámbito de las finanzas descentralizadas (DeFi), con tokens no fungibles (NFTs) o aplicaciones descentralizadas. Es decir, este monedero tiende puentes con muchas soluciones descentralizadas y se puede conectar a muchas aplicaciones, siempre que compartan un lenguaje o interfaz.

Para comprar criptomonedas, MetaMask se conecta rápidamente a una tarjeta bancaria o un exchange para cargar los fondos y, desde ahí, hay que seleccionar la dirección blockchain con la que se quiere realizar una transacción y la red mediante la que se quiere hacer (cada una tiene su comisión). Es decir, requiere algo más de complejidad, pero también hay ventajas. Por ejemplo, que es el usuario el que tiene la capacidad de liquidar la transacción y el que puede elegir entre una variedad de redes y comisiones.

Aunque esta cartera no permita operar con la red de Bitcoin, sí integra varias redes blockchain y varias plataformas de intercambio de criptomonedas. Así, se pueden enviar los tokens de una cartera a otra y se pueden convertir los bitcoin a ether o a cualquier otro token compatible, por lo que es viable que los fondos originarios de bitcoin lleguen a MetaMask, aunque no sea en esa propia criptodivisa.