Comunidades Autónomas
Freixenet crece un 53% fuera de la UE y compensa la caída doméstica
- La mala evolución de la cartera de acciones de la catalana reduce sus beneficios
Cristina Triana, Javier Romera
Freixenet crece con fuerza más allá de sus fronteras tradicionales dentro de la Unión Europea (UE). En tan sólo tres años, las ventas de la compañía en el resto del mundo han pasado de 98,8 millones a 150,8 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 53 por ciento. Con presencia en países como México, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Uruguay, Australia, China o Japón, el líder del cava ha conseguido así compensar en gran medida el estancamiento en el mercado nacional y, sobre todo, la pérdida de facturación en el resto de Europa.
Y es que, aunque entre 2013 y 2016 los ingresos en España han pasado de 100 millones a 106,7 millones, las ventas en el resto de Estados de la UE se ha reducido de 325,4 millones a 271,3 millones de euros. Es un descenso del 16,6 por ciento, que en cualquier caso se vio amortiguado ligeramente el pasado ejercicio con un pequeño crecimiento. En conjunto, al cierre del último ejercicio fiscal el 30 de abril de 2016, España aporta un 20 por ciento de la cifra de negocios de Freixenet; las ventas realizadas a la Unión Europea suponen el 51 por ciento y los demás países del mundo el 29 por ciento restante.
La empresa controlada por las familias Bonet, Ferrer y Hevia alcanzó una facturación total de 529,03 millones, lo que supuso un crecimiento del 5,1 por ciento respecto al año anterior.
En su último informe de gestión, Freixenet se muestra además optimista respecto a las previsiones para el presente ejercicio. Aunque admite que el año dependerá de la evolución de la economía en su conjunto, recuerda también que "la capacidad de resistencia frente a la adversidad de la crisis, que ha demostrado la empresa en estos últimos años, nos invita a un optimismo prudente", especialmente en lo que se refiere al mercado doméstico. "Parece ser que como ya se veía en este último ejercicio cerrado, la crisis ha tocado fondo y se empieza a notar la reactivación de la economía", asegura el grupo.
Mayores beneficios
Una cifra que podría mejorar este en 2017 es la de beneficio. Freixenet ganó 2,355 millones el ejercicio pasado, frente a los 2,207 millones del anterior, pero el resultado hubiera sido significativamente superior si la evolución de la bolsa no hubiera ido en su contra.
La compañía cuenta con una cartera de acciones -invierte entre otros títulos en los del Santander- y la mala evolución del parqué es ese periodo (el Ibex 35 se dejó cerca de un 20 por ciento), le ha obligado a ajustar el valor de su cartera de cotizadas en casi 4,6 millones, reduciendo el beneficio antes de impuestos. En contraste, el resultado de explotación mejoró un 124 por ciento, hasta 10,71 millones en doce meses. Si se mantiene la recuperación de la bolsa de aquí al próximo 30 de abril, cuando Freixenet cierre su ejercicio, el efecto será inverso.
Reserva de liquidez
La cartera de acciones, que Freixenet puede vender cuando quiera y que a 30 de abril de 2016 estaba valorada en 9,635 millones, es una reserva de liquidez para el grupo, que afronta importantes vencimientos de deuda en los próximos años.
Al cierre de su ejercicio 2015, su deuda a corto plazo ascendía a 163,45 millones y en 2018 y 2019, según la última información disponible, debe devolver entre créditos, pólizas y contratos de leasing un total de 70 millones y 62 millones de euros, respectivamente. No obstante, Freixene trabaja en refinanciarse. Aunque globalmente su deuda en 2015 fue similar a la del año anterior, ha reducido su endeudamiento a corto plazo un 15 por ciento y ha abaratado el coste de sus créditos.
El tipo de interés medio que la compañía abona por sus compromisos de pago cae del 3,5 al 2,3 por ciento en doce meses, si se tienen en cuenta los gastos financieros abonados en los dos últimos ejercicios.