Capital Riesgo
GPF Capital ficha a Nomura para cerrar una venta 'exprés' de Imedexsa
- La gestora de capital privado saca en tiempo récord a la venta una de sus participadas
- La empresa tiene ya un ebitda de 20 millones y su cartera de pedidos está en máximos
- GPF ficha a EY para vender su empresa de transporte y logística Vicarli
Cristian Reche
Madrid,
GPF Capital se dispone a romper con la tendencia que arrastra el 'private equity' nacional, que adolece de lentitud a la hora de desinvertir buena parte de sus participadas adquiridas hace años pese a haber cumplido su ciclo en el capital. El fondo de capital privado fundado por Martín Rodríguez-Fraile, Ignacio Olascoaga, Lorenzo Martínez de Albornoz y Guillermo Castellanos ha sacado al escaparate Imedexsa (Industrias Mecánicas de Extremadura), compañía que se dedica a la producción de torres y estructuras eléctricas y que fue adquirida hace menos de dos años, según coinciden distintas fuentes consultadas por 'elEconomista.es'.
La compañía, según indican las mismas voces, se ha hecho con los servicios de Nomura. El banco de inversión japonés, que tiene presencia en España y que tiene ahora mismo entre sus mandatos las ventas de otras participadas de 'private equity' nacionales como Neolectra (ProA Capital), ha sido contratado tras imponerse en un proceso de selección a otras firmas como BBVA. La valoración de Imedexsa se desconoce, si bien en el mercado apunta a que su resultado bruto de explotación (ebitda) se sitúa ya en torno a los 20 millones de euros.
Lo cierto es que en el último ejercicio cerrado Imedexsa creció de manera notable. Los ingresos de la empresa, que está presente ya en más de 50 países de Europa, Estados Unidos, África y Middle East, alcanzaron los 107 millones de euros, un 21.5% más que en el ejercicio precedente, cuando alcanzó los 88 millones de euros. Las cuentas disponibles en el Registro Mercantil revelan también que el resultado neto de explotación fue de 9,9 millones de euros, frente a los 4,9 millones de 2022.
En la memoria consultada se avanzaba ya que 2024 estaba siendo un año marcado "por un incremento muy fuerte en las contrataciones" que llevaban a la empresa a tener "récord histórico en la cartera de pedidos tras el parón que hubo a finales del ejercicio". Las perspectivas, por tanto, era "muy buenas" de cara a los próximos años, "sobre todo por la escasez de operadores en el mercado".
La operación de GPF supone una venta 'exprés', habida cuenta de que la compra de Imedexsa se llevó a cabo en enero de 2023. La participación accionarial depende de la sociedad GPF Towers, domiciliada en Luxemburgo, la jurisdicción habitual desde donde los inversores institucionales suelen operar, y dependiente de GPF Capital III Partnership Fund SCA. La participación en la compañía española es del 97,25%, según las últimas cuentas de la mercantil del Gran Ducado.
Un fondo activo
GPF suma con esta operación una nueva compañía en el escaparate. Otras son el grupo organizador de eventos Somos y el de restauración La Flauta. En ambos casos, GPF ha mandatado como banco de inversión a Arcano, si bien se desconocen avances en ambos procesos. Más interés parece que despierta Gestair, la compañía de jets privados cuyo grueso de clientes llega del Ibex, que está cerca de ser adquirida por Hyperion Fund, según apuntan distintos medios. Vicarli, su compañía de transporte y logística, también ha salido a la venta, en este caso con EY como asesor para buscar comprador.
De encontrar comprador, GPF habrá cerrado 18 meses de máxima actividad. En ese tiempo le ha dado tiempo a desprenderse de Romar Global Care, que ha sido comprado de manera conjunta por el fondo estadounidense Acon y por el italiano DeA Capital, y del grupo de talleres Aurgi, cuyo comprador fue el grupo Mutua, como adelantó este periódico. La gestora también ha vendido su participación (aproximadamente un 30%) en Malasa a Herrecha Inversiones, la sociedad patrimonial que controla la vicepresidenta de Mercadona, Hortensia Herrero.
La concatenación de operaciones realizadas por GPF contrasta con el letargo de otras gestoras, que han paralizado algunos procesos y cancelado otros para darse un dividendo y recuperar parte de la inversión. También han explorado fórmulas como los fondos de continuidad para dar una vida extra a sus participadas con la entrada de un inversor o varios especializados en el mercado secundario. Las operaciones de este tipo en el mercado nacional suman ya vehículos de más de 2.000 millones de euros si se tienen en cuenta los levantados por Portobello, PHI, Nexxus o MCH, entre muchos otros.