Capital Riesgo

Así es Brookfield, el gigante canadiense que quiere hacerse con Grifols


Cristian Reche
Madrid,

Es una de las firmas líderes en el mundo de las inversiones en activos alternativos. Con más de 925.000 millones de dólares en activos bajo gestión, el gigante Brookfield ha saltado a los focos tras conocerse que explora una oferta pública de adquisición por Grifols. La operación, de la que todavía no se tienen detalles, le llevarían a lanzar una propuesta de, al menos, 6.000 millones de euros -mucho menos que lo que capitalizaba antes de recibir la ofensiva de Gotham City Research-, lo que convertiría al fabricante de hemoderivados en su mayor participada en España.

La adquisición de Grifols, que llegaría en una operación junto a la familia propietaria, supondría la mayor compra del grupo en España. Se da la circunstancia de que Scranton, patrimonial de la familia propietaria de Grifols, ha refinanciado recientemente su deuda con Oaktree, que pasó a ser controlado por Brookfield en 2019, si bien el hedge fund "opera como una empresa independiente dentro de la familia Brookfield, con sus propias ofertas de productos y equipos de inversión".

A falta de conocer los pormenores de la potencial transacción, las partes han confirmado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que han mantenido "conversaciones exploratorias con determinados accionistas" de referencia de Grifols en relación con una potencial oferta conjunta sobre las acciones de la farmacéutica. El fin último sería su exclusión de bolsa de la compañía. Ya se ha suscrito un acuerdo de exclusividad para continuar evaluando la potencial operación, que ha sido remitido al consejo de administración para obtener acceso a determinada información para llevar a cabo un ejercicio de due diligence.

Renovables e infraestructuras

Hasta el momento, el grupo canadiense ha ido tomando posiciones en el mercado nacional principalmente en el mundo inmobiliario, el logístico y el ligado a las infraestructuras. En 2022 se alió con la empresa española Logistik Services para desarrollar naves industriales y logísticas en el mercado ibérico e invertir 500 millones de euros en el sector. Otra de sus incursiones la ha llevado a cabo en el mundo de los parkings, con la entrada en el grupo APK2 junto a Partners Group, y de los hospitales, como prueba la compra a DIF de su participación en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), así como en la línea 9 del Metro de Barcelona y en tres intercambiadores de Madrid.

Brookfield ha realizado adquisiciones también en el mundo hotelero, adquiriendo emblemas como el Hotel Princesa de Madrid por 175 millones de euros a Colony Capital o la histórica cadena hotelera Selenta a la familia Mestre por 440 millones tras haber sufrido el golpe del coronavirus. También intentó hacerse con el hotel Apolo de Barcelona, que terminó en manos de Meliá.

No obstante, en los últimos meses Brookfield ha ocupado la agenda mediática por sus posiciones en el mundo renovables. El grupo canadiense compró la firma de renovables X-Elio en dos fases, primero junto al fondo estadounidense KKR y más tarde adquiriendo la participación de su hasta entonces socio. Otra de sus grandes inversiones es Saeta Yield, antigua filial de ACS, que ahora mismo se encuentra en un proceso de venta coordinado por Banco Santander y Société Generale. Esta transacción sigue su curso este 2024 con vistas a terminar en manos de otro fondo de capital privado o grupos como Total, Engie, Masdar o CTG.

Fuera de las renovables y las infraestructuras, el gigante canadiense también ha activado el radar en las inversiones en activos alternativos en España. Su compra más significativa en esta división fue la del grupo pizarrero Cupa por 900 millones de euros, donde tomó una participación ampliamente mayoritaria (85%) y pasó a convivir en el capital con algunos miembros del equipo directivo que retuvieron sus títulos, como su consejero delegado, Javier Fernández, quien reinvirtió en el proyecto.

Pero no todos los intentos de adquisición han salido adelante en España. En el verano de 2020, Brookfield se interesó por otra gran cotizada española, la socimi Merlin. La operación, que sobrevoló los mentideros del sector y nunca llegó a confirmarse, hubiese supuesto un desembolso de cerca de 3.300 millones de euros, de acuerdo a los precios de cotización en aquellas fechas.

Frente a BlackRock y Apollo

Sus más de 900.000 millones de dólares en activos bajo gestión (181.000 millones en Europa, donde tiene aproximadamente 55.000 empleados) llevan a Brookfield a ser uno de los pesos pesados del capital privado en todo el mundo. Su tamaño es similar a otros colosos como BlackRock, The Carlyle Group, KKR o Apollo Global Management. Su tamaño también se explica por su despliegue en 30 países de los cinco continentes y por sus 2.000 inversiones realizadas en todo el mundo.