Capital Riesgo

Nazca cede a Tikehau el control de Terratest en EEUU y renegocia la deuda del grupo de geotecnia


Cristian Reche
Madrid,

Terratest, compañía internacional de referencia en ingeniería geotécnica y soluciones de cimentación especial que está controlada por el fondo Nazca, negocia una reestructuración de su deuda un año después de lograr un acuerdo de refinanciación. La compañía, que espera llegar a un acuerdo en las próximas semanas para enderezar el rumbo del negocio, ha cedido el control de su filial estadounidense a Tikehau, principal acreedor de la compañía desde que cambiara de manos en 2018 con la venta de Platinum por más de 200 millones de euros.

De acuerdo a distintas fuentes consultadas por elEconomista.es, Tikehau ha ejecutado las garantías que tenía en esta filial, sobre las que hace meses que cuelga el cartel de se vende. Otras voces remarcan que este cambio de control no supone ningún cambio en los planes de venta, cuyo mandato está en manos del banco de inversión Houlihan Lokey. En cualquier caso, la gestora que tiene a la española Carmen Alonso como consejera delegada para Iberia y Reino Unido toma el control de esta firma, cuya valoración podía ser cercana a los 100 millones de euros el pasado año.

Terratest ha abierto en paralelo un proceso de renegociación para el pasivo con todo el grupo, que supera los 100 millones de euros. Se ha sentado con sus acreedores un año después de lograr una refinanciación del grupo que conllevó varias medidas, entre ellas la aportación de un préstamo participativo de los socios y la refinanciación de la deuda financiera de Geostructures con nuevos contratos de la entidad financiera Peoples Bank. El objetivo de Nazca ahora es lograr un segundo acuerdo en las próximas semanas para sacar la empresa adelante y garantizar su viabilidad, superando las tensiones de liquidez.

Al margen de Tikehau, que forma parte del pool de financiadores desde que prestara 60 millones en un crédito unitranche a Nazca para que tomara el control de Terratest hace cinco años, otra entidad con exposición es el Fondo Nacional de Recapitalización de Cofides, que prestó 15 millones a Terratest y a otra participada de Nazca, One Shot Hotels, con motivo de la crisis del coronavirus. También está presente como acreedor en las negociaciones el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Tikehau, Terratest y Nazca declinaron hacer comentarios.

Caída de la rentabilidad

Gtceisu Construcción, sociedad cabecera del negocio de Terratest, cerró en 2022 "otro año marcado por los desafíos e incertidumbres que permanecían de la pandemia y un tímido repunte de la actividad en el sector de infraestructuras y construcción", de acuerdo a sus últimas cuentas en el Registro Mercantil. Ello hizo que el volumen de ventas se ralentizara en la primera mitad del año, por lo que la compañía centró su estrategia operativa y comercial en los mercados consolidados (España, Centro Europa, USA y cuatro países de Latinoamérica).

En cifras, la compañía registró ingresos por 203,7 millones de euros, un 18% más que en el mismo periodo del año anterior (171,7 millones). El resultado bruto de explotación (ebitda) fue positivo en 0,9 millones, anotándose un descenso frente a los 3,9 del mismo periodo del ejercicio precedente. El resultado final dejó unas pérdidas de 20 millones de euros.

Terratest pasó a manos de Nazca en 2018, cuando fue adquirida por Platinum, propietario en España en la actualidad de compañías como Urbaser e Iberconsa, en un proceso por el que se interesaron otros private equity nacionales como Artá y Magnum. Este fondo, cuyo propietario es Tom Gores, dueño del equipo de baloncesto Detroit Pistons, gestionaba la sociedad desde que la adquiriese a Acciona y al empresario Pedro López Jimenez en 2014. Desde su entrada de Platinum, la compañía más que duplicó su facturación hasta los 215 millones previstos entonces para finales del ejercicio en curso.

Nuevo CEO y venta de filiales

La reestructuración de Terratest llega también apenas seis meses después de que la compañía nombrara a José Montero Ruiz de Molina nuevo consejero delegado. Montero tomó el relevo de Enrique Torres, entonces también presidente, además de CEO. Torres sigue estrechamente vinculado a Terratest como presidente no-ejecutivo, apoyando en la transición y participando en iniciativas de desarrollo comercial del grupo.

Este nuevo business plan pasaba por desprenderse de algunas filiales, al margen de la de Estados Unidos. La compañía acordó en este sentido el traspaso de la filial de microtunelación a la israelí Rimon Drilling, uno de los grandes distribuidores privados de agua y contratista de infraestructuras hídricas del país. El importe y el resto de términos de la transacción no trascendieron.