Capital Riesgo
La democratización del capital privado se queda a medio gas
- Solo uno de los grandes bancos que operan en nuestro país apuesta por bajar el umbral
Lucía Gómez
Hace poco más de un año que la Ley Crea y Crece se propuso democratizar el capital riesgo reduciendo la inversión mínima desde los 100.000 hasta los 10.000 euros. Pero tras los anuncios que este movimiento trajo consigo, solo uno de los grandes bancos ha decidido reducir sus umbrales de acceso a este producto hasta los 10.000 euros de mínimo que marca la ley y han sido solo un puñado las gestoras u otro tipo de compañías las que han optado por poner en su escaparate el capital riesgo para minoristas.
Las normas están claras, aquellos inversores minoristas que quieran acceder a estos productos deben estar asesorados y su patrimonio financiero no supere los 500.000 euros. Al mismo tiempo, la parte que dediquen al capital riesgo no puede representar más del 10% de dicho patrimonio. Con estos datos, el sector decidió ir con pies de plomo a la hora de aplicar un cambio normativo que facilita la entrada en private equity al cliente retail en un producto hasta ahora vedado a altos patrimonios e inversores institucionales.
Así, solo Bankinter, a través de un fondo de fondos, permite a los minoristas entrar en este tipo de inversiones desde 10.000 euros. El objetivo de la entidad, como aseguró Íñigo Guerra, director de Bankinter Investment en una entrevista con elEconomista.es en el momento en que se lanzó, es captar a los clientes de banca privada de menor rango y dar cabida a los clientes de banca personal que bajo asesoramiento quieran entrar en este segmento. Además, como es habitual en los fondos de inversión alternativa de la entidad, Bankinter es coinversor, lo que les diferencia del resto de opciones.
Más allá de la gran banca tanto comercial como privada, ha habido otras entidades que han dado un paso similar, pero cuyo alcance es más limitado. Así, MyInvestor, banco digital de AndBank, en octubre del año pasado lanzó al mercado un vehículo invertible desde los 10.000 euros que permite la ley. Actyus Secondary Fund FCR, nombre que recibió el vehículo, se centra en el mercado secundario y está focalizado en compañías de EEUU y Europa, especialmente aquellas relacionadas con el sector de la salud y de tipo industrial. Gestionado por Arcano, la rentabilidad neta estimada será del 16% anual para un fondo que tendrá una vida de ocho años y que presenta un múltiplo de 1,7 veces sobre la inversión realizada.
En otro orden de cosas, también han nacido plataformas como Crescenta, gestora digital para inversión en capital riesgo, que hace solo unos días presentó Crescenta anuncia el lanzamiento de sus primeros fondos Crescenta Private Equity Buyouts Top Performers I y Crescenta Private Equity Growth Top Performers I, ambos abiertos a inversores minoristas. Con una rentabilidad anual del 18% el primero, y del 22% el segundo, ambos son complementarios. Como señaló a elEconomista.es Ramiro Iglesias, CEO de la compañía, en el nacimiento de la plataforma, Crescenta se focalizará en tres tipos de cliente: desde el más especializado, como family offices que ya conocen este tipo de vehículos, a inversores medios con tickets que rondan los 100.000 euros o minoristas, que si bien no son el foco, tendrán cabida en este tipo de inversiones digitales en capital riesgo.
En el lado de la banca privada, algunas entidades han decidido reducir el umbral mínimo por debajo de los 100.000 euros que marcaba la norma anterior, pero ninguna de ellas ha llegado a los 10.000 euros.
¿Por qué la banca no da el gran paso?
"La cuestión es que el private equity es un producto muy poco líquido, donde el compromiso que asumes es de invertir 10+2 años, con posibles fuertes penalidades si tienes que desinvertir antes y, además, sin garantía de liquidez", señalan a elEconomista Capital Privado fuentes financieras.
Otra de las cuestiones que tienen que ver para tomar la decisión de no incluirlas el capital riesgo a minoristas en sus catálogos de inversión, señalan, es que, además, los private equity necesitan redes de distribución para llegar a los minoristas, que normalmente serían los departamentos de banca privada o banca de particulares de los bancos, con un coste de distribución importante.
Esto hace que, sumado a la iliquidez, merme el atractivo para su comercialización por parte de las redes más convencionales que se dirigen al minorista. En este sentido, señalan las mismas fuentes, "mientras haya suficientes inversores institucionales interesados" en invertir en capital riesgo, la gran banca no irá al mercado minorista.
Pero estos no son los únicos riesgos que merman el atractivo. Cabe recordar que este tipo de inversiones tienen un riesgo elevado y no están garantizadas, por lo que, recuerdan, "si un fondo sale mal y hay minusvalías importantes, los bancos se arriesgan a un impacto reputacional, por los minoristas reclamando su dinero, etc.", algo que este tipo de entidades quiere evitar a toda costa.
En el mercado son cautelosos y abogan por no llegar a estos 10.000 euros que marca de mínimo la ley, pero apuntan que la puerta no está cerrada del todo. "Otra cosa es que el asset class siga aumentando o la situación de fundraising entre institucionales se complique", reconocen.