Santander, BBVA y CaixaBank, entre los seis más sólidos de Europa en los test de estrés

La gran banca española ha salido airosa de los test de estrés realizados por la Autoridad Europea Bancaria (EBA, por sus siglas en inglés), en coordinación con el BCE, a las 48 entidades más importantes del sector. Los datos, hechos públicos ayer indican que tanto Santander como BBVA, CaixaBank y Sabadell superan los umbrales que el mercado da como críticos en caso de que se produjera otra crisis financieras de magnitud relevante.

Aunque las autoridades no tienen en cuenta suspensos o aprobados, como en la primera edición de las pruebas de resistencia, los inversores consideran que un ratio de capital del 5,5% como el mínimo para que un grupo financiero vaya a tener que llevar a cabo desinversiones de activos o una ampliación de capital para mejorar su solvencia.

Con estas premisas, los cuatro grandes bancos de nuestro país nosobrepasan este porcentaje en los escenarios de estrés aplicados por los supervisores comunitarios. Es más, la solvencia con la contaría de producirse tales circunstancias se sitúa entre las más elevadas del sistema del Viejo Continente. En concreto, Santander, BBVA y CaixaBank se sitúan entre los seis más sólidos del Viejo Continente, ya que perderían menos 3 puntos porcentuales de capital de máxima categoría.

Santander, el más sólido

El Santander, en el peor escenario, que es el más significativo, acabaría con un ratio CET 1 fully loaded de 9,2%; BBVA, de 8,8%; CaixaBank, de 9,11%; y el Sabadell, de 7,58%.

De esta manera, éste último es el menos resiliente a una crisis, aunque hay que tener en cuenta que en los parámetros establecidos por la EBA y el BCE no se contemplan las ventas de activos improductivos que se han acordado este mismo año. Hay que destacar que el Sabadell ha firmado un acuerdo para deshacerse de 12.000 millones de inmuebles y créditos deteriorados.

Aún así, en las pruebas no se ha incluido tampoco el riesgo que supone un cambio en la doctrina por parte del Supremo sobre el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD) y su posible aplicación retroctiva. Este es ahora el principal desafío al que se enfrenta el sector en nuestro país.

Lo que no aparece en los test

Los test de estrés también han sido aplicados a otras sesenta entidades de menor tamaño, entre las que se encuentran Bankia, los grupos de cajas de ahorros y Bankinter, pero sus conclusiones son confidenciales y servirán para que el BCE imponga los nuevos requisitos de capital a estas entidades en los próximos años.

El peor escenario macroeconómico fijado en las pruebas implica una contracción del PIB de la UE del 1,2% en 2018 y del 2,2% en 2019, antes de alcanzar un crecimiento del 0,7% en 2020, lo que representa de forma acumulada una desviación del 8,3% respecto del escenario base.

Distintas casas de análisis, como S&P o DBRS, han indicado en los últimos días que, a pesar de la mayor severidad, las asunciones manejadas no son tan duras como las más conservadoras aplicadas por la Reserva Federal en su último examen a la banca o las de las pruebas de estrés del Banco de Inglaterra. En este sentido, apuntan que los escenarios consideran diferenciales en la deuda soberana menos dramáticos que los movimientos que ya se han manifestado.

Según Francisco Uría, socio responsable de servicios financieros de KPMG en EMA, "los test de estrés en cualquier caso no son ni el comienzo de nada ni el final de nada".

Además, este experto destaca que "los resultados de los bancos españoles que se sometían a este ejercicio, que eran solamente cuatro en esta oportunidad han sido en general buenos, distintos entre unas entidades y otras porque la metodología de las pruebas de estrés como en todas las metodologías no es neutra. En función del modelo de negocio y el tipo de actividad que realizan unas y otras los impactos que se producen en las pruebas de estrés son distintos y por lo tanto, los resultados son también diferentes".