Banca y finanzas

Oliu niega que la opa genere valor a los accionistas de BBVA y del Sabadell y pide rechazarla "por el bien común del país"

  • La entidad insiste: la rentabilidad en solitario es superior a la que pueda ofrecer la fusión
  • El banquero explica que el consejo analizará "cualquier otra oferta que se nos pudiese plantear"
Josep Oliu, presidente de Banc Sabadell, tras su intervención en la junta. Kike Rincón

Eva Contreras, Carles Huguet
Sabadell,

Banco Sabadell encara este jueves una junta emblemática por la opa hostil de BBVA y al ser la primera que celebra en su ciudad de origen después de ocho años con sede en Alicante. En una Fira de Sabadell al máximo de su capacidad, con alrededor de un millar de accionistas, el presidente del banco, Josep Oliu, descartó que la oferta tenga valor tanto para los accionistas de Sabadell "como para los accionistas que ya lo son de BBVA", y apeló a rechazarla en apoyo al tejido productivo español. No solo será "la mejor opción económica para ustedes, sino que también habrán contribuido al bien común de este país", esgrimió.

El banquero argumentó en el discurso inaugural de la sesión que la oferta de BBVA "infravalora significativamente" la entidad vallesana y su potencial en base al diagnóstico realizado en su día por el consejo de la entidad, apoyándose en sus asesores Morgan Stanley y Goldman Sachs, y que sigue vigente al no haberse mejorado el precio –BBVA ha negado una y otra vez que lo vaya a hacer- mientras que Sabadell hoy es más potente y se han multiplicado los riesgos alrededor de la transacción.

"La perspectiva de dividendos y generación de capital que ofrece el proyecto de Banco Sabadell en solitario para sus accionistas difícilmente podrá ser equiparada o superada por la oferta de BBVA. Haría falta una propuesta de valor muy diferente a la que en su día rechazó el Consejo, para compensar todos los riesgos y dificultades que esta operación plantea", elaboró. "Si canjearan hoy sus acciones por las de BBVA, el valor obtenido sería menor que el que tienen actualmente con sus acciones de Banco Sabadell", avisó.

Si la operación sale adelante, el consejo deberá pronunciarse de nuevo con la oferta incluida en el folleto de la operación. Y Oliu deslizó que lo hará también con "cualquier otra oferta que se nos pudiese plantear" abriendo la puerta a ulteriores operaciones, aunque defendió que "el proyecto del banco en solitario tiene plena validez y proyección de futuro", y capacidad de generar "una mayor creación de valor para los accionistas".

Durante su intervención glosó las fortalezas de Sabadell, desmontó la tesis de BBVA de la necesidad de ganar escala para estar a la última en tecnología y apeló al sentido país para frenar una operación que acarrearía daños al crédito del tejido productivo. Así lo demandó a los accionistas, que aguardaban la primera comparecencia en Junta del presidente desde que se lanzó la adquisición.

Sabadell subrayó, "se ha posicionado como una de las entidades más solventes del sistema financiero español, con un proyecto de banca sólido, anclado en una arraigada cultura de control de riesgos y en una tecnología renovada y puntera, a la altura de los más avanzados competidores".

Su posición hoy, dijo, difiere de 2020, cuando analizó la frustrada fusión con BBVA -la rentabilidad del Sabadell era nula por entonces y el escenario desafiante por la crisis originada por la pandemia-. "En los últimos cuatro años, la entidad se ha consolidado sobre las bases de un balance saneado y de un modelo de negocio capaz de ofrecer una rentabilidad sostenible y muy atractiva, con una solvencia superior a la de nuestros competidores", remarcó.

Oliu recordó que el banco ha batido en 2024 sus pronósticos y lo selló con beneficios históricos -de 1.827 millones- y una rentabilidad en el 14,9%, fruto de la estrategia adoptada y que incluye su transformación digital. El mercado lo ha recogido con un aumento del 79% en la cotización en el año y aseguró que la cotización "sigue teniendo recorrido alcista" porque cotiza a múltiplos inferiores a los bancos competidores y algunos analistas ya dan un precio objetivo de 3 euros por acción. La entidad trabaja además en un plan estratégico para incrementar los niveles actuales de rentabilidad a pesar de la rebaja de tipos prevista por el Banco Central Europeo (BCE), durante el trienio 2025-2027.

Frente al argumento de BBVA de que hay que ganar escala para encarar la creciente factura tecnológica en banca, Oliu aseguró que Sabadell ha adoptado "tecnologías punta", gracias a sus partners tecnológicos, y no necesita de otro banco para seguir así. "Ni nosotros ni ningún banco será el responsable de esta innovación. Las economías de escala que se producen por la tecnología se desarrollan fuera del sistema financiero y éste las adapta a lo que es su negocio", agregó, convencido de que la solución pasa por tener un "buen" conjunto de socios tecnológicos y el personal cualificado.

El presidente de Sabadell puso el acento en el compromiso del banco por acompañar a las empresas nacionales y financiar sus proyectos, algo que el vallesano cree que saldrá perjudicado si BBVA absorbe el banco, y mientras que el proyecto del vasco es multipaís. "No es nuestro objetivo destinar los ahorros que administramos de nuestros clientes a competir con los grandes bancos europeos y americanos. Si, en cambio, a ponerlos a disposición de proyectos empresariales, con capacidad de crecimiento y de generar empleo y beneficios", remachó.

De un lado, glosó que Sabadell "tiene un papel único en la vida de las empresas en España" y aprovechó también para lanzar un mensaje de profundidad apelando al sentimiento emocional del accionariado: "Banco Sabadell es un elemento fundamental del esquema institucional de Cataluña y uno de los soportes principales del sistema financiero en Cataluña, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Asturias, Galicia, País Vasco y de todas las regiones de España". De ahí que haya descartado repetidamente la medición por códigos postales en el análisis de competencia, pues buena parte de las pymes con las que trabaja no tienen su mayor parte de actividad en la dirección postal.

Oliu reparó en que la transacción presenta riesgos de ejecución y no hay visibilidad sobre el proyecto final, dado que BBVA podría no realizar todas las sinergias si no fusiona ambas enseñas; sacando pecho de que el proyecto de Sabadell tiene riesgo bajo.

El banco prepara, de hecho, una penúltima jugada con la presentación a finales de abril o mayo de una hoja de ruta con objetivos hasta 2027, y deslizó que serán crecientes apoyándose en activos como TSB, que "seguirá mejorando notablemente sus resultados", el crecimiento en el negocio de empresas y particulares optimizando la plataforma tecnológica y de la mano de los socios con los que rueda el negocio como Zurich, en seguros; o Amundi, en gestión de activos, abriendo la puerta además a nuevas alianzas similares.

Sabadell no ha tocado techo

César González-Bueno, cuyo cargo se renueva hoy en la junta, aseguró que Sabadell "está mejor que nunca" y "no ha alcanzado su punto más alto". El banco ultima un nuevo plan estratégico hasta 2027 y podría dar la sorpresa si eleva proyecciones.

El banquero avanzó que la rentabilidad "tiene margen de mejora" -acabó 2024 en el 14,9% con extraordinarios y 14% sin atípicos- porque "es sostenible" porque "todos los negocios del banco" están enfocados en acelerar el crecimiento.

Aseguró que Sabadell goza además de una "elevada capacidad para generar capital" y su "atractiva retribución" al inversor resulta "sostenible hacia el futuro". En 2025 proyecta "repetir, como mínimo, el dividendo en efectivo de 2024" -repartirá el 60% del beneficio- y distribuir el capital que exceda el 13% del ratio CET1.

González-Bueno recaló en Sabadell a finales de 2020, poco después de que fracasasen las negociaciones de fusión con BBVA. Su rentabilidad era por entonces nula y la entidad implantó una reorganización y transformación que aupó en 2024 el beneficio a un récord de 1.827 millones, con casi un 15% de rentabilidad.

El banquero presumió de que el banco ha batido las expectativas del mercado "año tras año", superando los objetivos marcados, con unas cuentas predecibles y estables, y que el mercado ha premiado desde 2021 con una revalorización del 837%. "Actualmente, somos el único banco español sin recomendaciones de venta", agregó.