Banca y finanzas

El retorno del Sabadell anticipa un goteo de regresos con 'La Caixa' en el punto de mira

Sede de Banc Sabadell en Sant Cugat del Vallès (Barcelona). EE

Carles Huguet
Barcelona,

Goteo fue una expresión que hizo fortuna para describir la lenta sangría de empresas que mudaban su sede social de Cataluña a otros puntos de España tras la avalancha inicial de otoño de 2017. Precisamente goteo es lo que se espera ahora, con la progresiva vuelta a la normalidad del clima político y la decisión de Banc Sabadell como punta de lanza, en sentido opuesto. Nadie espera un alud de regresos. De hecho, la mayoría de las empresas no lo tienen como una carpeta prioritaria, pero sí se augura que otras compañías de tamaño medio y grande sigan los pasos de la entidad, como Cementos Molins o Laboratorios Ordesa. En el punto de mira: el mundo La Caixa.

El presidente del mayor holding del país, Isidre Fainé, fue quién, en los días más calientes del procés, pidió al Gobierno un Real Decreto-ley para poder trasladar la sede sin tener que someterlo a votación en junta de accionistas. La medida sirvió para agilizar los trámites y provocó la marcha tanto de la Fundació La Caixa como Criteria a Palma de Mallorca y de las diferentes participadas a Valencia o Madrid.

Ahora, con el clima ya desinflamado y tras la decisión de Banc Sabadell, en el mundo empresarial catalán se esperan movimientos en las torres negras. Y aunque desde La Caixa no hacen comentarios, otras voces auguran que, ya sea la Fundació o ya sea Criteria, volverán más pronto que tarde a Barcelona. No es algo inminente, eso sí, matizan.

Al regreso puede ayudar la recobrada normalidad entre La Caixa y la Generalitat. Tras una década sin fotografías con Fainé, Illa fue el primer presidente del Govern en remitir una imagen oficial con el dirigente de la entidad. No lo habían hecho ni Carles Puigdemont, ni Quim Torra, ni Pere Aragonès. También engrasa las conversaciones el hecho de que Ángel Simón, CEO de Criteria, haya sido históricamente afín al PSC en su etapa al frente de Agbar.

Salvador Illa e Isidre Fainé. EE

Precisamente la operadora de la gestión del agua fue la primera gran empresa catalana en volver. Lo hizo ya en 2018, cuando se veía como una quimera en la mayoría de grandes grupos. "La estabilidad económica ha propiciado que el Consejo de Administración de Agbar se haya decidido a adoptar esta medida. Agbar es accionista de diversas operadoras del ciclo integral del agua en Cataluña que durante este periodo han mantenido su sede social en Cataluña", dijo en su momento.

Sí se antoja más complicado que vuelvan las participadas. A Naturgy ya nadie le espera de regreso, con toda la actividad gubernamental que debe de hacer en su día a día. También despejó la posibilidad Caixabank de abandonar Valencia. Más después del impacto de la DANA sobre el territorio. Fuentes de la entidad señalaron que se quedan en la ciudad "con carácter indefinido" y que la sede "no está bajo revisión".

Mientras, las empresas no cotizadas contactadas por elEconomista.es aseguran que, aunque no existan planes inmediatos para el regreso, decisiones como la de Banc Sabadell ayudan a reabrir una carpeta que no es prioritaria en su día a día. La diferencia, señalan, es que el banco sí tenía ahora razones de negocio para regresar, algo que no le sucede a la mayoría, cuyo regreso sería ahora añadir de nuevo ruido al marcharse de otro territorio.

Por el momento, las empresas que optaron por volver lo hicieron por motivos más allá del clima político. Cementos Molins aprovechó para calmar las tensiones en el seno familiar que provocó el adiós -el caso llegó incluso a judicializarse por parte de la saga Molins- y Laboratorios Ordesa lo hizo por las mayores facilidades a la hora de tratar con la administración catalana.

Las empresas que se fueron

Pese a los contados regresos, son todavía buena parte de las mayores empresas catalanas las que mantienen su sede fuera de la comunidad desde 2017. Además del universo La Caixa (Naturgy, Caixabank y Abertis), tampoco han regresado cotizadas como Cellnex, Catalana Occidente y Colonial u otros grupos privados como Planeta, Hotusa, Idilia Foods y Codorníu. También filiales internacionales de conglomerados como Allianz, Pirelli y Zurich. En cambio, sí mantuvieron su residencia en Barcelona otras empresas como Seat, Mango, Vueling o Bon Preu.

Desde otoño de 2017 al cierre de 2023, fueron 9.860 las empresas que trasladaron su sede social desde Cataluña a otras autonomías. Por el contrario, 4.627 tomaron el camino opuesto. El saldo, pues, es de -5.233, según los datos del Colegio de Registradores.