Sabadell y BBVA se arman con los grandes 'proxys' para librar la opa

Sabadell y BBVA refuerzan los fichajes para librar la batalla a campo abierto por la opa hostil y amarrar el apoyo del máximo número de accionistas antes de que se inicie el periodo de aceptación de la oferta pública. El banco catalán ha contratado al proxy solicitor británico CMi2i, después de que la entidad presidida por Carlos Torres haya movido ficha por partida doble y haya reclutado a Morrow Sodali y Georgeson, reduciendo las opciones en el mercado, según coinciden distintas fuentes financieras consultadas por elEconomista.es.

Los asesores de voto tienen por cometido aconsejar sobre los puntos que se someten a consideración de las juntas de accionistas y, en esta ocasión, el gran desafío es identificar a los accionistas del Sabadell, grandes fondos y más de 200.000 inversores particulares, en la tarea que tienen ambos bancos de persuadirles para acudir o no a la opa.

El capital del banco catalán está muy atomizado, si bien algunos de los grandes inversores mundiales como BlackRock, Vanguard y Norges tienen paquetes de títulos significativos, de acuerdo a las cifras de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Entre tanto inversor institucional aparece también algún nombre propio, como el del segundo mayor accionista, David Martínez, quien cuenta con una participación del 3,49%.

En esta ocasión, entran en juego los proxy solicitors más importantes de Europa y Estados Unidos. Morrow Sodali es propiedad del fondo de inversión Texas Pacific Group (TPG) y tiene un radio de cobertura de 2.000 clientes en 80 países; Georgeson cuenta con una larga trayectoria en España desde su implantación en el mercado en 2002. CMi2i, por su parte, cuenta con equipo local en el país y ha brindado asesoramiento a más de 500 de empresas en toda su historia.

La contienda entre BBVA y Sabadell se declaró cuando el primero decidió trasladar su oferta a los propietarios del banco catalán después de que su consejo de administración la rechazase, al entender que infravalora al banco catalán y que la entidad será capaz de sacar mayores rentabilidades y retribuciones para el inversor si continúa independiente. BBVA ofrece un título propio por cada 4,83 del catalán, sin disposición a mejorar la propuesta económica ni de incorporar un componente de efectivo, con el argumento de que ya incorporaba una prima del 30% antes de que se filtrase su interés por Sabadell.

El rechazo del consejo del catalán, secundado por organizaciones empresariales, los gobiernos de Cataluña y Valencia y la negativa del Ejecutivo a aprobar la fusión para evitar sus "efectos lesivos", convierten el proceso en más complejo que fusiones bancarias anteriores y obliga a ambos bancos a defender sus posiciones.

Ejército de asesores

El pulso entre ambas entidades se ha traducido en un refuerzo de asesores en ambas entidades. El banco presidido por Josep Oliu ha reclutado dos grandes bancos de inversión internacionales como Goldman Sachs y Morgan Stanley para los asuntos financieros, mientras que Uría Menéndez, bufete que ya le respaldó en el intento de fusión fallida de 2020, se encarga de las tareas legales.

El equipo reclutado por BBVA es nuevamente superior en número. Además de duplicar la nómina de proxy, cuenta con JP Morgan, UBS, Rothschild y Mediobanca como asesores financieros y con Garrigues y el británico DWP en el flanco legal.

El grupo liderado por Carlos Torres se apoya también a agencias de lobby para tender puentes y defender su propuesta en regiones y ante operadores y autoridades que la rechazan. Ha contratado los servicios de Acento Public Affairs, liderada por el ex ministro socialista José Blanco y por el antiguo dirigente popular Alfonso Alonso. Suma en el ámbito de comunicación a la firma asuntos públicos Kreab, que cuenta entre sus filas con el ex secretario de Estado de Hacienda en el Gobierno del PP, Miguel Ferre, e, incluso, ha colaborado con expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.