Banca y finanzas

Este es el principal motivo por el que los españoles piden un préstamo al banco, según una encuesta

Préstamos bancarios. / Foto: Dreamstime

elEconomista.es

Los préstamos personales que solicitan los clientes a las entidades bancarias son uno de los métodos de financiación más utilizados, lo que se suma a las tarjetas de crédito, de tal modo que el 55% de la población hace frente a sus gastos mediante un préstamo al banco o solicitando dinero prestado a un familiar, así como usando para ello las tarjetas de crédito, tal y como se recoge de los resultados de una encuesta realizada por el comparador financiero Banqm.

"Tanto la subida del euríbor y de los tipos de interés como el incremento de los precios de casi todos los productos y servicios ha llevado a muchos españoles a tirar de financiación externa para poder afrontar los pagos de gastos imprevistos como de antiguas deudas que se estaban haciendo más grandes con el paso del tiempo", explica el experto financiero de Banqmi Antonio Gallardo, que también matiza que "lo que ha aumentado es la financiación de gastos a corto plazo, mientras que los endeudamientos a largo y medio plazo han caído".

Concretamente, un 16,3% de los encuestados ha admitido que ha pedido un préstamo personal en el último año para afrontar gastos imprevistos, mientras que el 17,5% afirma haber pedido un préstamo a un familiar. Eso sí, el porcentaje más elevado se ha registrado entre los que declaran haber utilizado una tarjeta de crédito en el mismo periodo, que asciende hasta el 21,3% de los encuestados.

¿Para qué se usan los préstamos personales?

Entre los motivos que dan los encuestados a la hora de utilizar una tarjeta de crédito, se encuentran los siguientes:

  • El 27,1% asegura que la utiliza sobre todo para financiar otros gastos del día a día, entre los que estaría cualquier compra individual.
  • Un 26,2% lo hace para abonar antiguas deudas.
  • Un 21,2% para pagar gastos derivados de las vacaciones, como el pago de vuelos, hoteles o alquiler de coches.

Por su parte, los encuestados que piden préstamos personales lo hacen con la intención, sobre todo, de:

  • Afrontar el pago de deudas (38,3%), seguramente las de mayor cuantía.
  • Poder pagar las vacaciones (14,4%).

Esto se debe, explica Gallardo, a un "cambio de hábitos: cada vez viajamos más, tanto a destinos nacionales como extranjeros, y desde que somos más jóvenes, lo que conlleva un gasto mayor. Además, tras el parón de la pandemia se han acelerado las peticiones de financiación de préstamos por viaje, valorando incluso más que antes estas experiencias", agrega el portavoz de Banqmi.

No obstante, lo que más sorprende es el aumento de la petición de préstamos o el uso de tarjetas para pagar deudas: "En los últimos años hemos sufrido cambios financieros muy bruscos que han afectado sobre todo a los ciudadanos que no supieron ajustar sus gastos y ahorros a lo que venía: un escenario de tipos altos y productos y servicios del día a día mucho más caros. Por este motivo, quien no hizo esa preparación previa, ahora tiene que echar mano de préstamos y tarjetas de crédito para poder devolver las deudas contraídas".

Uso de la tarjeta de crédito por edad

Antonio Gallardo señala que "el uso de la tarjeta de crédito se está extendiendo mucho, sobre todo en los segmentos de menor edad porque su acceso es mucho más fácil que el de un préstamo personal: cualquier persona puede pedir una tarjeta de crédito a su banco sin dar apenas explicaciones y de forma totalmente digital, siempre que sea mayor de 18 años. Es más, muchos bancos favorecen esta tendencia porque no cobran comisiones de mantenimiento al contratar una tarjeta de crédito, pero sí las cobran con una de débito".

Por tanto, si segmentamos por edad, vemos que los jóvenes de entre 18 y 35 años, aunque siguen prefiriendo pedir dinero prestado a un familiar (el 44,1% de los encuestados por el comparador financiero así lo asegura), si no lo consiguen sí recurren antes al banco para pedir un préstamo personal (19,4%) o una tarjeta de crédito (18,5%) que a sus ingresos mensuales (10,1%) o a sus ahorros (7,9%). En el extremo opuesto vemos a los mayores de 56 años, que tiran más de ahorros (50,1%) para pagar sus gastos imprevistos y de sus ingresos (20,7%) que de tarjetas de crédito (12,2%), préstamos del banco (10,1%) o de familiares (6,9%).

Entre los encuestados que tienen entre 36 y 45 años como los que se sitúan entre los 46 y los 55 años vemos que prefieren usar una tarjeta de crédito para pagar estos gastos imprevistos (el 24,5% y el 29%, respectivamente, lo hace) aunque en el segmento mayor anteponen los ahorros (28,8%) a pedir un préstamo en el banco (12,1%), cosa que no pasa con los ciudadanos de entre 36 y 45 años, cuya segunda opción sigue siendo pedir un préstamo en una entidad financiera (22,9% frente al 19,9% que tira antes de ahorros). Eso sí, en ambos casos, el préstamo familiar se queda en última posición, incluso por detrás de la opción de pagar los gastos imprevistos con los ingresos de cada mes.

La tarjeta de crédito adelanta al préstamo en casi toda España

"Existe una clara relación entre el uso de préstamos o tarjetas para financiarse, y el nivel de gastos y de ingresos de cada ciudadano. Por ejemplo, cuanto mayor es el gasto más aumenta la petición de préstamos y tarjetas, aunque también suele ser más elevado el nivel de ingresos de los solicitantes, ya que les permite acceder más fácilmente a estos métodos de financiación externos. Esto es más común, además, en las comunidades donde se ubican las ciudades más grandes", explica el portavoz del comparador financiero.

No obstante, según la encuesta realizada por Banqmi, a la hora de segmentar entre los diferentes productos de financiación vemos que el uso de la tarjeta de crédito está mucho más extendido en casi toda España, a excepción de La Rioja, que los préstamos tanto de las entidades financieras como de familiares. En este sentido, son los ciudadanos madrileños los que más utilizan la tarjeta de crédito como método de financiación (24,9% del total), seguidos de los ciudadanos catalanes (23,8%) y los residentes en las Islas Baleares (22,8%).

Por su parte, los aragoneses y los castellanoleoneses son los que piden más préstamos al banco para pagar sus gastos imprevistos, ambos con un 16,8%. En segunda posición están tanto los riojanos como los andaluces y los gallegos, con un 16,4%, y en tercer lugar se sitúan los cántabros, los vascos y los residentes en Ceuta y Melilla, todos con un 16,3%. Finalmente, entre los que piden más préstamos a familiares vemos que el ranking lo lideran los riojanos (20,1%), por delante de los cántabros (19,3%), mientras que los andaluces, los asturianos y los baleares se sitúan en tercera posición (18,7%).