Banca y finanzas

Unicaja vende 200 millones en 'ladrillo' a los fondos Tikehau y Telesto

  • GBS se consolida como asesor de cabecera del banco para este tipo de carteras con porfolios enajenados por 600 millones de nominal
Sucursal de Unicaja. Archivos.

Eva Contreras

Unicaja imprime celeridad en el desalojo de activos improductivos. La entidad acaba de sellar una operación que le permitirá sacar del balance activos inmobiliarios por un valor nominal bruto cercano a los 200 millones de euros y que adquieren el fondo galo Tikehau Capital y el vehículo de Luxemburgo Telesto Fund. Se trata del proyecto Minotauro, que el banco ha ejecutado de la mano de GBS Finance, según fuentes del mercado.

Su volumen equivale a bajar de golpe más del 10% de la exposición en ladrillo o activos adjudicados de la entidad. Al cierre de 2023, Unicaja contabilizaba 2.811 millones de euros en exposición improductiva después de reducir su volumen en un 25,2% frente al ejercicio anterior. De esa cuantía, 1.568 millones corresponden a créditos dudosos y los 1.253 millones restantes a riesgo inmobiliario o REOs, rúbricas que logró ajustar en un 19,1 y 31,6%, respectivamente en el año.

Para agilizar el proceso, las ventas de carteras juegan un rol clave. Unicaja destaca entre las entidades que tradicionalmente ha recurrido a esta facilidad pero, tras la integración con Liberbank en 2021, el grupo fusionado afina la estrategia para acentuar la limpieza. Pone fin a la alianza que el banco asturiano tenía con el servicer Haya Real Estate, propiedad entonces de Cerberus, para ocuparse internamente de la gestión de los activos dañados y casi industrializa la paquetización de activos para enajenarlos.

En apenas dos años ha cerrado cinco transacciones en ventas de activos inmobiliarios apoyándose en la unidad de Special Situations Group de GBS Finance. Creada por un equipo de expertos procedentes Alantra y PwC que ayudaron a la banca deshacerse del ladrillo que se incrustó en sus balances con la crisis financiera, GBS había asesorado al banco en operaciones similares con las carteras Centauro, Pegaso, Fénix y Leónidas. En conjunto y junto al proyecto Minotauro, todas ellas suman desinversiones en ladrillo por un valor bruto de 600 millones.

Futuras desinversiones

El esfuerzo y la gestión del riesgo permitió a la entidad situar el ratio de morosidad en el 3,1% al cierre del pasado ejercicio, inferior al 3,6% medio del sector bancario. La hucha de provisiones construida en paralelo cubre al 63,7% los activos dudosos y al 68,2% los adjudicados, una red de dotaciones que le permitirá continuar con la transferencia de activos distressed sin incurrir en quebrantos. Unicaja desliza, precisamente, en su informe financiero que el colchón de provisiones le permitirá "continuar con la reducción acelerada de los activos improductivos y mejorar sustancialmente la rentabilidad".

Desde 2015, el banco ha transferido activos improductivos con un valor bruto superior a los 3.500 millones. Con Cerberus cerraba en el otoño pasado el proyecto Centauro, una cartera de REOs con un nominal superior a los 100 millones, y a finales de 2022 transfería otra cartera similar, de 200 millones de nominal, al fondo y a Deutsche Finance. Cerberus también compró a Unicaja en 2019 y junto al fondo Davidson Kempner un porfolio de activos con un nominal de 1.000 millones de euros. Otros inversores que se han adjudicado deuda y activos de la entidad son Axactor, Neinor y AnaCap.

El reto es elevar al 9% la rentabilidad

El nuevo equipo gestor capitaneado por Isidro Rubiales aspira a superar el 9% de rentabilidad, por encima del 8% marcado como objetivo al final del plan estratégico 2022-2024 y más del doble del 4,2% en el que concluyó la tasa el pasado ejercicio en su formulación sobre capital tangible (RoTE).

Al ratio le ha pesado en los últimos años la constante carga de provisiones para, precisamente, desalojar activos improductivos y los costes por reestructuración y fusión. Que la morosidad se encuentre limitada al 3,1% y el conjunto de activos improductivos (dudosos y adjudicados) representen ya apenas un 6,6% del total de activos despeja el camino para acelerar la rentabilidad.