Banca y finanzas

José Sevilla, el técnico que llega a Málaga para apuntalar Unicaja

    José Sevilla, exCEO de Bankia y nuevo presidente no ejecutivo de Unicaja

    Lucía Gómez

    Técnico, independiente, con prestigio y experiencia en el sector. Estas son las cuatro características que la comisión de nombramientos del consejo de administración de Unicaja pidió al cazatalentos Spencer Stuart como requisitos indispensables para elegir a un nuevo presidente para el banco que rompiera con los vaivenes de la gobernanza de los últimos años. Y con todas ellas cuenta José Sevilla que tras ser primero director general y luego consejero delegado de Bankia durante casi una década ocupa una silla de independiente en Renta4. Por ello, propios y extraños daban por hecho hace varias semanas que Pepe, como le llaman los más cercanos, sería elegido para formar parte como presidente no ejecutivo de la sexta entidad del país, Unicaja.

    Sevilla llegó a Bankia tras la salida de Rodrigo Rato, de la mano de José Ignacio Goirigolzarri con el que siempre ha mantenido una estrecha relación personal desde que coincidieran una década antes en BBVA. Una primera reformulación de las cuentas de 2011 de la antigua caja madrileña le llevó a impulsar el negocio en solo un año consiguiendo importantes beneficios en aquel 2013. Tras estos primeros ejercicios, impulsó con el entonces presidente ejecutivo un reposicionamiento de marca, un plan de transformación digital y un crecimiento en las cuotas de mercado que terminó con la llegada del Covid-19 pero que fue premiada con la operación con CaixaBank.

    Fue precisamente en esa operación en la que el propio Sevilla, al contrario de lo que se esperaba en un inicio, salió del círculo de primeros espadas de la banca. Su no inclusión en el consejo de administración del superbanco le dejaba fuera de las quinielas y le imponía barbecho como consecuencia de los acuerdos de no competencia que constaban en su contrato. Así, no fue hasta febrero de 2022 cuando pasó a formar parte del consejo de Renta4 como independiente.

    En el sector financiero se ensalza su valía profesional, los que trabajaron mano a mano con él le recuerdan como un "excelente técnico" que "dejaba brillar" y recuerdan los importantes retos a los que tuvo que enfrentarse en Bankia para transformar un grupo de cajas que había sido rescatado en un banco próspero. Salvando las importantes distancias que separan ese caso con la situación actual de Unicaja, el acicate que entonces su gestión supuso para la antigua caja madrileña y que le llevó a cifras de negocio más que relevantes, también es clave para la malagueña, que todavía tiene camino por recorrer para poder llegar al nivel de sus pares.

    El bagaje de Sevilla pasa por Bankia pero también por otras grandes entidades españolas como BBVA, donde fue consejero de Bancomer y directivo de áreas claves como la de Riesgos, de Desarrollo de Negocio o de Estrategia y Finanzas para Latinoamérica. Ahora, dos años después de su salida de Bankia, su nombre se vuelve a situar en la órbita de uno de los grandes bancos del Ibex.

    Rondando Málaga

    El nombre de Sevilla ya sonó con anterioridad para ocupar un puesto relevante en la antigua caja malagueña. En concreto, la silla de consejero delegado llegó a llevar su nombre en los círculos más cercanos a Unicaja pero finalmente se descartó al preferir a alguien de la casa. Entonces fue elegido Isidro Rubiales, mano derecha de Azuaga y el que ahora pasará a ser su compañero en la primera línea de la entidad.

    Y a la segunda fue la vencida y Sevilla llegará a Málaga. Tanto es así que hasta hacen chistes con la andalucidad de su apellido pese a la jocosa rivalidad que siempre ha caracterizado a la relación entre ambas capitales y frente al cáriz asturiano de los que han salido, con especial foco en los apellidos Menéndez y Valdés.