Banca y finanzas
Unicaja olvida el balón de oxígeno que negociaba con el BCE sobre las hipotecas de Liberbank
- Espera mejora del margen de intereses del 25% para final de ejercicio
Lucía Gómez
La negociación no ha terminado pero el impacto ya no será significativo. Esta es la conclusión que han sacado los directivos de Unicaja en las últimas semanas de los inputs recibidos por parte del Banco Central Europeo (BCE) sobre la aplicación del modelo IRB a la cartera hipotecaria heredada de Liberbank y que han trasmitido este mismo lunes a los analistas. La entidad malagueña llevaba más de un año buscando un respiro en su capital a través de la aplicación de esta normativa contable y, con el paso de los meses, ha ido reduciendo el impacto positivo esperado hasta dejarlo casi a cero.
En el marco de la fusión con la antigua caja asturiana, Unicaja solicitó al BCE la aprobación de los modelos internos para el cálculo de riesgos, conocidos en el argot financiero como IRB, de la cartera de hipotecas heredada de Liberbank. Este movimiento le permitiría reducir los APR (activos ponderados por riesgo) y evitar reducciones de la solvencia más conservadoras.
"No hemos anunciado nada porque el proceso aún no ha terminado", apuntó Pablo González, director financiero de la entidad, ante las preguntas de los analistas. "En cuanto al impacto potencial (...) podemos confirmar que será insignificante", reconoció, "no esperamos ningún impacto significativo, ni positivo ni negativo". El directivo explicó que esta revisión se mezcla con otros ajustes en IRB y "porque ya nos hemos beneficiado en nuestra posición de capital de la nueva producción que está dentro de los modelos IRB", además de la amortización anticipada y las devoluciones de la cartera procedente de Liberbank.
Ya en 2021, antes de la fusión con Liberbank, Unicaja consiguió la autorización para aplicar los modelos IRB a su propia cartera, lo que supuso un impacto positivo de 200 puntos básicos en el CET1. Con estos antecedentes, y una cartera de alrededor de 15.000 millones de la antigua caja asturiana, Unicaja volvió a realizar el mismo proceso, pero el impacto ha sido completamente diferente.
Unicaja anunció este mismo lunes que había ganado 285 millones hasta septiembre, un 4,9% más que en 2022, pero por debajo de las expectativas del mercado. Esto ha llevado a que el valor se tiña de rojo en Bolsa y llegase a perder alrededor de un 5% en la apertura de mercado, colocando la acción por debajo de un euro.
Mejora del margen de interés
Pese a este no impacto, Unicaja espera terminar el año 2023 con una mejora de resultados con respecto a este tercer trimestre. En este sentido, espera una mejora del margen de interés de alrededor de un 25% interanual derivado de una beta de depósitos (porcentaje del euríbor que se traspasa a la retribución del pasivo) en el entorno del 17%. Estas cifras de mejora en el principal driver del beneficio superan a las expectativas que mantenían hasta ahora en el banco y que se situaban en el 20%.
De cara a 2024, y pese a que desde la entidad señalan que todavía se encuentran en el proceso de hacer el presupuesto, esperan una mejora sobre las cifras de este ejercicio de un dígito simple bajo, con una beta de depósito de alrededor del 25% para el conjunto del año.