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Google supera el 15% de tributación media y llega al umbral mínimo marcado en la UE
- El tipo global llega al 16,4% a nivel global y el de la filial española supera incluso el 25%
- A nivel mundial el buscador tributa de media al tipo más alto de Sociedades desde 2017
Javier Romera, Ángela Poves
Google supera ya, tanto de media global como a nivel español, la tasa de impuesto de sociedades del 15% que exige la legislación europea y española. En Estados Unidos la tasa lleva años situada en el 21% y en España ha superado incluso el 25%, pero a nivel mundial estaba por debajo, hasta que al cierre del último ejercicio se elevó al 16,4%.
El pasado mes de diciembre, el Congreso dio luz verde a la Ley que transpuso la Directiva europea que establece un impuesto mínimo global del 15% para los grupos de empresas multinacionales y nacionales de gran magnitud en la Unión Europea. De este modo, "cuando el tipo impositivo efectivo" de estos grupos empresariales "sea inferior al 15%, se recaudará un impuesto adicional", permitiendo a los Estados miembros "aplicar un impuesto complementario nacional que grave a las entidades que radiquen en su territorio".
Con la aplicación de este sistema, se busca que las multinacionales paguen impuestos justos, independientemente de las reglas fiscales de cada jurisdicción, eliminando prácticas de optimización fiscal agresiva. Todo parte de un acuerdo alcanzado en el seno de la OCDE en 2021, del que posteriormente se han salido, sin embargo, gran parte de los países, incluido Estados Unidos y China.
En España, la filial Google Spain, que presta servicios de marketing a su matriz irlandesa –que concentra el grueso del negocio– lleva ya años tributando por encima del 25%. De acuerdo con las últimas cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil de Madrid, en 2023 la compañía pagó 21,3 millones de euros en impuestos, el equivalente al 21,3% de sus resultados brutos. La compañía facturó ese año 290 millones de euros, lo que supone un 11% más, con un beneficio de 64 millones de euros netos, frente a los 52,2 millones del año previo.
La matriz irlandesa, Google Ireland Holding Unlimited Company, que logró beneficios de 45 millones de dólares, pagó 5,9 millones en impuestos, lo que supuso un 13,1% de sus resultados brutos. Aunque en el caso irlandés la tasa se sitúa por debajo del 15%, hay que tener en cuenta que el Gobierno de Dublín ha elevado el tipo de sociedades del 12,5% al 15%, dos puntos y medio más con el objetivo de alcanzar el umbral marcado por Bruselas.
El impuesto complementario
El impuesto mínimo afecta a las multinacionales que tengan unos ingresos consolidados superiores a los 750 millones de euros. La directiva europea establece que, si el tipo efectivo de gravamen (TEG) de una de estas compañías no supera el 15% en todas las jurisdicciones deberá pagar una tasa complementaria en la jurisdicción donde tenga su sede central, para completar la diferencia hasta el mínimo global.
Además, en los casos en los que las multinacionales operen en países con impuestos muy bajos, se activa el impuesto complementario secundario, que asegura que la tributación mínima del 15% se logre, independientemente de las políticas fiscales locales. El objetivo de la nueva normativa no va más allá de evitar que las multinacionales trasladen beneficios a jurisdicciones de baja tributación y erosionen las bases fiscales de los países donde realmente tienen su actividad operativa.
De acuerdo con los expertos consultados, la normativa puede crear sin embargo una desventaja competitiva ya que mientras que las multinacionales europeas, en general, y españolas, en particular, están obligadas a tributar a ese mínimo, la oposición de Donald Trump deja sin efecto la medida en EEUU, a pesar de que el impuesto mínimo podría generar unos 130.000 millones adicionales en ingresos fiscales.