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Las personas que a los 70 años se ven más jóvenes de lo que son suelen adoptar estos 6 hábitos diarios

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elEconomista.es

A medida que avanzamos en la vida, la percepción del envejecimiento puede cambiar drásticamente. Los septuagenarios que parecen desafiantes al tiempo no son solo producto de buenos genes o suerte; sus secretos radican en hábitos diarios que nutren tanto el cuerpo como la mente. A continuación, Eliza Hartley, experta en superación personal cuenta en el blog Personal Branding seis prácticas que pueden ayudarte a mantener ese aspecto juvenil, sin importar la edad que tengas.

La primera clave para envejecer con gracia es llevar una dieta equilibrada. Este principio es respaldado por décadas de experiencia y estudios científicos. Una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos integrales no solo mejora la salud general, sino que también se refleja en la piel y la energía. Como menciona el equipo de Mailman of Public Health de la Universidad de Columbia, una alimentación adecuada está relacionada con un menor riesgo de demencia y un envejecimiento más lento. Adoptar el enfoque de una dieta balanceada podría ser el primer paso hacia un brillo juvenil.

El ejercicio regular es otro pilar fundamental. No se trata solo de perder peso o mantener un corazón sano, sino de combatir los efectos del envejecimiento. La Dra. Linda Fried, decana de la Escuela de Salud Pública Mailman, lo describe como "la píldora mágica" para mantener la juventud. Incorporar actividades físicas que disfrutes, ya sea caminar, nadar o hacer yoga, puede no solo mejorar tu salud física, sino también tu bienestar emocional y mental.

El sueño, a menudo subestimado, juega un papel crucial en cómo envejecemos. Un descanso adecuado permite que el cuerpo y la mente se recuperen, lo que se traduce en una mejor apariencia y vitalidad. Estudios han demostrado que la falta de sueño se asocia con signos visibles de envejecimiento, como ojeras y arrugas. Por ello, establecer una rutina de sueño y priorizar entre siete y nueve horas de descanso puede ser un hábito transformador.

La protección solar es otro hábito que no se puede pasar por alto. La exposición excesiva al sol puede llevar a un envejecimiento prematuro de la piel, con arrugas y manchas. Aquellos que parecen más jóvenes suelen ser muy cuidadosos con la protección solar, utilizando sombreros, buscando sombra y aplicando bloqueador regularmente. Proteger tu piel del sol es una inversión a largo plazo que puede marcar una gran diferencia en tu apariencia.

La importancia de la actidud positiva

Mantener una actitud positiva también es crucial. La investigación ha demostrado que el optimismo está vinculado a una mejor salud y longevidad. Adoptar una mentalidad positiva no solo mejora la salud mental, sino que también puede impactar en la forma en que envejecemos. La gratitud y el enfoque en lo bueno de la vida pueden llevar a elecciones de estilo de vida más saludables, lo que a su vez se refleja en nuestro aspecto físico.

Finalmente, es esencial recordar que el envejecimiento no es solo un proceso físico, sino también emocional y espiritual. Los vibrantes septuagenarios que parecen más jóvenes que su edad cronológica demuestran que cultivar hábitos saludables y positivos puede mejorar la calidad de vida en general. En lugar de seguir tendencias o buscar soluciones rápidas, lo que realmente importa son las pequeñas decisiones diarias que tomamos.