Halloween fue creado en España: la verdadera tradición del '¿Truco o Trato?' surge en esta ciudad y no en EEUU

Aunque Halloween se ha popularizado en muchos países como una fiesta de origen celta, sus raíces revelan una historia fascinante que se remonta a una tradición mucho más local que ocurre en nuestro país. Más específicamente, en la huerta de Murcia, España. En el siglo XIX y principios del XX, los niños de esta región solicitan dulces y frutos de cosecha de casa en casa con un encantador discurso: "Dame la orillica del quijal". Esta costumbre, que destaca la riqueza agrícola y la cercanía comunitaria, muestra que la esencia del famoso 'trick or treat?' ('¿truco o trato?') no nació en Estados Unidos, sino en estas tierras murcianas.

La "orillica del quijal" consistía en los frutos extra que se recolectaban de los bancales, como castañas, avellanas y membrillos, que los vecinos ofrecían con generosidad a los pequeños.

Según el relato popular e histórico que rescata Murciaeduca, al caer la noche del 31 de octubre, víspera de 'Todos los Santos', los niños recorrían senderos y carriles para hacer sus peticiones, amenazando en tono juguetón: "si no me la das, te rompo el portal". Este intercambio de dulces y frutas no solo se trataba de un acto lúdico, sino también de un vínculo cultural que fortalecía la comunidad.

La historia dentro de la huerta

Un aspecto igualmente cautivador de esta tradición eran las 'calaveras' elaboradas con calabazas. Al atardecer, los niños creaban caras aterradoras en las hortalizas vacías para asustar a los transeúntes. La luz de una vela iluminaba la creación, sumergiendo los senderos en un ambiente de misterio y diversión. Así, al igual que las calabazas talladas que hoy decoran las festividades de Halloween en todo el mundo, estas calaveras murcianas ofrecían una forma especial de celebrar y compartir entre amigos y vecinos.

Conexión con las costumbres regionales

A medida que Halloween ha ganado popularidad globalmente, especialmente en Estados Unidos, se corre el riesgo de que tradiciones locales se vean eclipsadas. Si bien Halloween incluye actividades divertidas como el disfrazarse y recorrer casas en busca de dulces, la época de la "orillica del quijal" representa una conexión auténtica con las costumbres regionales. Es esencial que las nuevas generaciones aprendan sobre estas prácticas y dejen de lado las influencias externas para preservar su propio patrimonio cultural.

La misión ahora es cultivar y transmitir estas tradiciones únicas a futuras generaciones, recordando que la verdadera esencia de la festividad radica en lo que se comparte, celebrando la comunidad, la cultura y la rica historia de nuestra tierra, donde la "orillica del quijal" debería prevalecer sobre imitaciones forasteras.