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¿Qué ha podido fallar para que no se haya evitado la tragedia de la DANA en Valencia?

Una imagen del Consorcio de Bomberos en Valencia.

Ángel C. Álvarez
Valencia,

Después de una noche y una mañana en la que los servicios de emergencias no han dejado de trabajar para rescatar a personas aisladas por el agua en los municipios del sur del área metropolitana de Valencia y en otras localidades de la provincia empiezan a plantearse numerosos interrogantes sobre si se pudo hacer más para evitar la dantesca situación que ha supuesto la muerte de decenas de personas y cuantiosos daños materiales difíciles de valorar.

Entre las cuestiones que han quedado en el aire es si se alertó con tiempo suficiente para reaccionar. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a primera hora de la mañana situaba en aviso rojo (peligro extremo) en el litoral sur de Valencia y amarillo en el resto de la provincia. Unos avisos que pasaron a naranja y rojo en apenas unas horas. De hecho, el lunes previo los municipios que habían decidido suspender las clases por el riesgo eran más en la provincia de Alicante que en la de Valencia.

Sin embargo, no fue hasta las 20.10 horas de la tarde cuando se emitió la alerta masiva a todos los móviles de la provincia de Valencia para pedir a los ciudadanos que evitaran los desplazamientos. A esas alturas ya se habían producido cortes en grandes vías de comunicaciones, como la A7 y la A3. Además muchos conductores se encontraban en el regreso desde sus lugares de trabajo a sus domicilios y el colapso dificultó aún más el acceso de bomberos y protección civil a las zonas más afectadas.

En el caso de Utiel, cuyas calles se vieron anegadas por el río Magro, la Generalitat Valenciana solicitó la ayuda de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que se movilizó a partir de las 16.30 horas desde la base de Bétera (Valencia), que en condiciones normales se encuentra a una hora aproximadamente de la población del interior, con lo que se desplegaron cuando ya prácticamente había anochecido.

La Agencia Valenciana de Seguridad y el Consorcio de Bomberos de Valencia defendieron ayer que los avisos y alertas remitidos a los Ayuntamientos y a los ciudadanos fueron "ajustados a las variaciones de esa emergencia de AEMET" y a los horarios en que se comunicaron. Desde los servicios de Emergencias se asegura que una mala gestión de estas alertas masivas a población puede generar precisamente el efecto contrario al que se pretende, por lo que existen unos protocolos que se siguieron para su utilización.

Desde el PP valenciano explican que la alerta se decretó como tal oficialmente el domingo por la tarde y que el envío de la alarma masiva por móvil el martes a las 20.10 era una comunicación siguiendo recomendaciones de las fuerzas de seguridad y emergencias. Ponen como ejemplo que en el caso del Gobierno central el comité crisis se convocó más tarde.

El debate tiene un precedente en septiembre del año pasado, cuando la Comunidad de Madrid utilizó el mismo sistema para los móviles para pedir a la población que evitara desplazamientos por el riesgo una DANA y que algunas voces criticaron por considerarla excesivo. En aquella ocasión hubo cuatro fallecidos en un pueblo de Madrid. Aldea del Fresno, además de otras víctimas en Toledo.

Crecidas del interior a la costa

La crecida del río Magro se traslado hacia al litoral y el Júcar, al igual que ocurrió en muchos barrancos, como la rambla del Poio en Chiva, donde se registraron 445,4 litros por metros cuadrado en 24 horas. Eso explica que en localidades que se encuentran en su recorrido hacia La Albufera, como Torrent, Paiporta, Picanya o Catarroja fueran las más afectadas por la riada con imágenes apocalípticas, pese a que registraron unas precipitaciones mucho menos cuantiosas que en el interior, como sucedió el martes en la propia capital valenciana. Muchas de estas poblaciones siguen con problemas de suministro de luz y agua.

Precisamente en esos municipios del sur del área metropolitana de Valencia es donde más víctimas se han registrado, justo al otro lado del nuevo cauce del Turia que se construyó tras la gran riada de 1957 y que la noche del martes se puso a prueba y alcanzó niveles nunca vistos hasta ahora. Una infraestructura que sí que evitó que las inundaciones pudiesen llegar al casco urbano de la capital.

Las ramblas que van a La Albufera

En las poblaciones de esa comarca pegada a Valencia, L'Horta Sud, viven más de 400.000 personas y es atravesada por multitud de ramblas y barrancos que históricamente son los que han llevado el agua dulce a La Albufera. La catástrofe también reabre el debate sobre el urbanismo en muchos municipios valencianos con buena parte de sus territorios en zonas inundables.

Precisamente los meteorólogos además insisten en las dificultades de predecir con la suficiente antelación dónde va a a llover con tanta intensidad exactamente. Según Aemet, la DANA de ayer es el peor fenómeno de este tipo en la provincia de Valencia este siglo y estaría a la altura de los dos grandes temporales de octubre de 1982, el de la pantanada de Tous, y el de noviembre de 1987. En municipios ribereños del Turia, como Pedralba, el agua llegó a superar los niveles de la riada de 1957.

El debate político

Otras de las polémicas que ha reabierto la tragedia es la decisión del presidente valenciano, Carlos Mazón, de revocar el proyecto de creación de la Unidad Valenciana de Emergencia, una suerte de UME pero con los bomberos forestales que dependen del Gobierno autonómico promovida por Ximo Puig, pero que no llegó a crearse. Con el PP ya en la Generalitat desde hace algo más de un año se descartó al considerar que suponía duplicar servicios.

Desde la Generalitat salieron al paso de las críticas desde las filas socialista y aseguran que la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE) "solo era un organismo ficticio más con cero bomberos más, cero medios materiales más y cero eficiencia" y en "ningún caso mejoraba ni ampliaba ningún servicio" de Emergencias.