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Así es Liberland, una micronación europea de 7 km2 donde su primer ministro es un criptomagnate chino y los impuestos son voluntarios

Foto: Zaha Hadid Architects and Liberland Flag.

elEconomista.es

Hace pocos días el nombre de Liberland ha tomado fuerza. Y es que, esta micronación que tiene una extensión de solo 7,2 km2 se ha converdido en el centro de atención por la reciente elección de su primer ministro que recae en Justin Sun, un joven criptomagnate chino de 34 años que será el encargado de gobernar esta localidad europea que, entre otras características, propone que los impuestos de los ciudadanos sean voluntarios.

Liberland está situada en una franja de tierra entre Serbia y Croacia, esta peculiar nación autoproclamada tiene una historia fascinante y persistente, que destaca por su singularidad y su enfoque "libertario". Desde su fundación en 2015 por Vít Jedlika, un político checo que aspiraba a crear un nuevo estado basado en principios libertarios, Liberland ha enfrentado numerosos desafíos.

La micronación se encuentra en un área no reclamada, conocida como "terra nullius", que ha sido objeto de disputa entre Serbia y Croacia desde la desintegración de Yugoslavia en la década de 1990. En un intento por evitar los obstáculos impuestos por los gobiernos existentes, Jedli?ka y un grupo de amigos decidieron proclamar la existencia de Liberland en un territorio sin dueño.

La reciente elección de Sun, joven fundador de la plataforma de criptomonedas TRON, ha generado una mezcla de entusiasmo y escepticismo por estos días. El empresario, reconocido por ser un innovador en el ámbito de la blockchain y las criptomonedas, asume el cargo en un momento en que la micronación busca darle cuerpo a su visión de un estado "moderno y descentralizado". Su campaña prometió transformar a Liberland en el "corazón del movimiento libertario", aunque el reto de establecer un gobierno en un territorio sin reconocimiento oficial persiste.

La micronación del Metaverso que tiene sus reservas en Bitcoin

Liberland ha priorizado la creación de una economía basada en criptomonedas. Más del 99% de sus reservas se encuentran en Bitcoin, y la micronación cuenta con su propia criptomoneda, el Liberland dollar token, que puede ser negociada en intercambios descentralizados.

Pese a ello, las aspiraciones de Jedlika y Sun se enfrentan con la dura realidad de que nadie ha podido vivir allí de forma permanente, ya que la policía croata ha expulsado a varios intentos de ciudadanos que intentaron establecerse.

El cruce entre la micronación y la tecnología del metaverso representa una novedosa estrategia para Liberland. En colaboración con Zaha Hadid Architects, se está desarrollando un mundo virtual que serviría como un espacio de encuentro para los ciudadanos, brindando a aquellos que buscan unirse a la micronación la oportunidad de hacerlo sin la necesidad de efectuar el viaje físico al territorio. Esto podría aliviar las preocupaciones sobre la detención por parte de fuerzas policiales croatas e impulsar el sentido de comunidad.

Pese a no estar localizado en el mapa político convencional, Liberland tiene un creciente número de solicitantes de ciudadanía. Con más de 700.000 solicitudes en trámite, la micronación refleja una demanda por la libertad personal y económica que su fundación prometió. Al mismo tiempo, también lanza interrogantes en cuanto a su autenticidad como estado soberano, dado que no tiene reconocimiento formal ni una infraestructura físico-gubernamental.

La filosofía de Liberland se centra en un gobierno limitado, imponiendo impuestos voluntarios y priorizando la propiedad privada y los derechos individuales por encima del estado.