El FC Barcelona diseña unas cuentas para volver a beneficios sin palancas en 2024

El Futbol Club Barcelona espera que la venta de activos sea cosa del pasado. Tras un ejercicio marcado por las palancas de los derechos de televisión y la entrada de diferentes inversores en la filial audiovisual y de blockchain, el club presentó un presupuesto en el que, a pesar de abandonar el Camp Nou y jugar en el Estadi Olímpic Lluís Companys, se cerrará con unas ganancias de 8 millones de euros sin recurrir a ingresos extraordinarios. Será la primera vez, sostienen, que no existirá el agujero operativo de alrededor de 200 millones que arrastra la entidad en los últimos años.

El vicepresidente económico de la organización, Eduard Romeu, celebró que el Barça no perderá dinero sin ingresos extraordinarios. Los ingresos previstos serán de 859 millones –lejos de los 1.259 millones de la campaña 22/23- y los gastos alcanzarán los 832 millones –1.165 millones en la 22/23-. El resultado de 8 millones, obtenido con la actividad recurrente, será muy diferente de los 352 millones de la última temporada. El dato positivo también está contabilizado sin el impacto contable de la financiación del nuevo Camp Nou.

A favor del conjunto azulgrana juega que este año no se esperan importantes vencimientos de deuda; un pasivo que el dirigente situó en unos 1.200 millones de euros. No se tienen en cuenta los 1.400 millones de euros con los que se financiará el Espai Barça, vehiculados a través de un fondo de titulización y que se devolverán con la actividad que se genere con el nuevo estadio.

La duda está, eso sí, con estos márgenes, en el momento en el que el club deba afrontar el dinero que adeuda a los acreedores. Para la 24/25, la cifra rondará los 50 millones.

"Nuestra losa es la deuda", admiten desde el Barcelona

"Nuestra losa es la deuda", admitió Romeu. Aspira hacerlo con el método clásico: elevar ingresos y recortar gastos. Para empezar, la masa salarial deportiva –que incluye las secciones deportivas, no solo el fútbol- caerá desde los 676 millones hasta los 492 millones, la menor de los últimos ocho años. También logró rebajar los intereses de este pasivo, que hoy rondan el 2% frente al 6% que se encontró la actual directiva a su llegada.

En el capítulo de los ingresos, el año estará marcado por la marcha del Camp Nou debido a las obras y la disputa de los partidos de fútbol en Montjuic, con la consecuente merma de capacidad. El Barça admite que la facturación procedente del estadio caerá en 78 millones, de 229 a 151 millones. "No es una foto fija, se trabaja para intentar recortar al máximo esta caída", añadió.

En el resto de apéndices espera crecer. El club se ha presupuestado alcanzar los cuartos de final de la Champions League, un hito que no consigue desde 2020 y que sega los ingresos por derechos de televisión. Espera elevar la cifra de 216 a 245 millones.

Los trabajos del Espai Barça también afectaron a la Botiga, el buque insignia del apartado comercial, y el museo. No obstante, augura que la partida crecerá de los 351 a los 378 millones gracias a la apertura de tiendas en la capital catalana y Madrid.

"Los ingresos por traspasos, de 86 millones, ya se consiguieron en el último mercado estival", celebró el dirigente.

El Barça confía en revertir el agujero operativo de los últimos años

De este modo, el Barcelona espera cerrar un ejercicio sin el agujero de 200 millones de euros que la operación del día a día del club arrastraba en los últimos ejercicios. Las operaciones contables como el intercambio de jugadores en la etapa de Josep María Bartomeu y las palancas en la era de Joan Laporta enmascararon el desequilibrio.

A pesar de proyectar un año sin extraordinarios, el club sabe que tiene 'ases bajo la manga' para cuadrar números. "La joya de la corona es Barça Licensing & Merchandising –la filial comercial-", admite Romeu. La asamblea de socios aprobó el año pasado la venta de un paquete minoritario, aunque no está prevista su transacción a día de hoy si no se presenta una oportunidad fuera de mercado.