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Multan a la dueña de un bar con 7.500 euros por despedir a un camarero: "¿Ves por qué no quiero gitanos trabajando aquí?"
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elEconomista.es
Este martes, la Fundación Secretariado Gitano (FSG) ha hecho público un comunicado que versa sobre la sentencia que dictaminó el pasado 18 de mayo el Juzgado de lo Social nº 3 de León, donde se reconoce la nulidad del despido de un camarero en un restaurante de León, quien había sido despedido por la dueña cuando se enteró de que era gitano.
Tras atender en el local a unos clientes gitanos, la dueña del bar le preguntó a su empleado si él también era gitano y, ante la respuesta afirmativa, esta le espetó que ese dato se lo tendría que haber comunicado antes de ser contratado. A partir de ese momento, la dueña cambió su actitud frente a Pedro, el mencionado camarero gitano.
"Tienes que leer más y aplicarte en los estudios, en vez de sentarte con primos a tomar litronas y tocar guitarras", es un ejemplo de los comentarios que le hacía la dueña al camarero. Igualmente, ante la presencia de otro grupo de clientes que atendió Pedro y que, al parecer, también eran gitanos, la dueña le dijo: "¿Ves por qué no quiero gitanos trabajando aquí? Antes, venían de vez en cuando y, ahora, a menudo, y eso no es bueno para el negocio".
Uno de estos clientes, que estaba allí presente, ha sido uno de los testigos que ha declarado en el juicio tras el despido de Pedro, que fue citado en un centro comercial por la dueña del bar, quien de manera verbal le indicó que ya no le necesitaba más, sin darle más explicaciones sobre los motivos de su despido.
Juicio, sentencia e indemnización de 7.500 euros
Ante esta comunicación, Pedro acudió a la FSG donde fue asesorado por la Técnica de Igualdad especializada en lucha contra la discriminación, Selene de la Fuente García, para comenzar el procedimiento de demanda ante un caso de antigitanismo.
Finalmente, tras la celebración del juicio, la sentencia del juzgado de lo social número 3 de León condena a la dueña del bar a pagarle a Héctor una indemnización de 7.501 euros y a readmitir al trabajador tras su despido solo por el hecho de ser gitano.