Robó 35.000 euros a su madre para montar su primer negocio y ahora es un empresario millonario
- Andrew Michael desarrolló Fasthosts en su habitación
Cristian Gallegos
No es que queramos incentivar el robo entre familiares, pero la historia de Andrew Michael es digna de contar. Cuando tenía 17 años apostó por todo lo alto y decidió utilizar la tarjeta de crédito de su madre, sin su permiso, para crear su primer negocio que más tarde lo llevaría a convertirse en un empresario millonario.
En una publicación de la BBC, Michael reveló su historia, la cual empezó en 1997 cuando vivía con su madre en Cheltenham, en el oeste de Inglaterra. Fue en este lugar, donde el joven por ese entonces vio una oportunidad de negocios junto a un amigo de la escuela.
En este escenario, Michael llevaba un tiempo queriendo crear su propia página de internet. Se había dado cuenta de que muy pocas compañías de alojamiento web estaban destinadas a pequeñas empresas o miembros del público. "Todas las compañías de alojamiento web en Reino Unido en ese momento buscaban atraer a empresas grandes", dijo Michael, que hoy tiene 43 años. "Pero vimos que pequeñas empresas e individuos querían algo que funcionara como un autoservicio y fuera fácil de usar", agregó.
Así, Michael y su amigo decidieron aprovechar ese vacío en el mercado y establecieron su propia empresa de alojamiento web a la que llamaron Fasthosts. "Teníamos las computadoras que necesitábamos en mi habitación, en la casa de mi madre, y software creado por nosotros mismos", contó.
Robo y perdón
"Pero lo que realmente necesitábamos era una conexión de internet rápida que, en esa época, costaba 35.000 euros, pero no teníamos el dinero. Así que le robé esa cantidad a mi madre para hacer millones", confesó Michael, quien dijo que su madre lo perdonó por usarle la tarjeta sin permiso.
El plan del empresario era promocionar el servicio y ganar suficiente dinero con ello en el primer mes para pagar la tarjeta. "A fin de mes teníamos suficientes clientes y dinero como para pagar por la línea de internet y la publicidad", argumentó.
Mientras su amigo se fue a estudiar en la universidad, Michael canceló sus planes de estudio para dedicarse por tiempo completo a Fasthosts. Acabó vendiendo su empresa nueve años más tarde por 78 millones. Con 26 años, y siendo dueño del 75% de las acciones, se llevó cerca de 60 millones.
Dos años más tarde, Michael creó una empresa de almacenamiento en la nube llamada Livedrive, que más tarde vendió por una suma que no reveló pero que se estima en decenas de millones de euros, según la BBC.
Vacío e insatisfacción
En cuanto a la expansión de Fasthosts, Michael señaló que estaba muy centrado en ello y que "nada más importaba". Y si bien la venta de la empresa en 2006 lo hizo rico, también le dejó una sensación de insatisfacción.
"Recuerdo estar en la oficina cuando la plata entró en mi cuenta de banco y pensé que eso me haría muy feliz. Pero, de hecho, tuve una sensación de vacío cuando me di cuenta de que lo había vendido todo, de que todo se resumía en una cifra en una hoja de cálculo". Como resultado, Michael admitió que durante un tiempo se sintió aburrido: "Probablemente bebí y comí demasiado".
Reinvención
Cuando creó Livedrive, el empresario experimentó dificultades debido a la saturación del mercado. "Descubrimos que había mucha gente con la misma idea al mismo tiempo, por eso solo con publicidad no funcionaba", dijo el empresario. "Fue mi primera experiencia con un potencial fracaso y estaba preocupado de que acabase siendo un hombre de un solo éxito".
Sin embargo, de un fracaso vio una oportunidad. "Me había hecho amigo de alguien de la tienda de electrónica Dixons, que conocí por un amigo en común en una salida. Y luego empezamos a trabajar con ellos", agregó. Dixons decidió ayudar a Livedrive a desarrollar su producto y luego a incluirlo en los paquetes que vendían con sus portátiles y tabletas.
"Fue un hit", señaló Michael. "Así que luego replicamos el modelo con otros minoristas. Eventualmente, la empresa se volvió más grande que Fasthosts".
Después de vender Livedrive en 2014, Michael creó Bark.com, un sitio web que el empresario conserva hasta hoy, y que permite contratar servicios profesionales locales, desde plomeros hasta profesores de guitarra, paseadores de perro o entrenadores personales.