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Foment se revuelve contra la "ocurrencia" de Colau de limitar los cruceros

  • La patronal pide a la alcaldesa que deje de atacar el turismo
  • "Las emisiones de los barcos de pasajeros son el 3% del área metropolitana", asegura
El presidente de Foment del Treball, Josep S?nchez Llibre. EE

elEconomista.es
Barcelona,

Ada Colau tiene en los cruceros su nueva obsesión en la carrera por limitar la actividad turística en Barcelona. La alcaldesa aboga ahora por restringir el número de navíos que atracan en la ciudad y la respuesta a su propuesta no se hizo esperar. Foment del Treball calificó de "ocurrencia" el planteamiento y pidió a la edil que ponga fin a su cruzada contra el sector.

La Comisión de Turismo de la patronal catalana emitió este martes un manifiesto en el que exigió a la dirigente que "deje de ir en contra del sector turístico". La organización lamentó que las recetas de Colau perjudican a la ciudad y volvió a alertar de las políticas de decrecimiento que propugna: "atacan frontalmente el estado de bienestar y la distribución de la riqueza".

Apenas queda un año para las elecciones municipales de 2023 y la alcaldesa comienza a desplegar todo su argumentario contra el sector. Si anteriormente puso en el foco a los hoteles, los pisos turísticos y proyectos como el museo del Hermitage, la próxima campaña parece que estará marcada por los barcos de pasajeros.

Por ello, Foment acusó a la edil de "utilizar políticamente" a la industria para captar votos. Según la institución, los cruceros solo generan el 3% de la contaminación de la ciudad y el 60% de los navíos arrancan o terminan sus rutas en la ciudad, por los cruceristas se quedan a dormir en Barcelona en muchas ocasiones y no solo están de paso por unas horas.

El Puerto: los cruceros tienen un "beneficio indiscutible"

Las palabras de la organización que preside Josep Sánchez Llibre coinciden con las críticas que ya realizó el presidente del Puerto de Barcelona, Damià Calvet, que enfatizó en el "beneficio indiscutible" que aporta el sector a la ciudad. Llegan después de las acusaciones de Colau a la institución, a la que considera "su principal oposición", según dijo en una entrevista reciente.

El discurso de la alcaldesa se produce después haber pactado con el Puerto la ampliación de la terminal de cruceros de la ciudad con nuevos muelles aunque limitó la cifra a un máximo de siete. Aunque alejará los barcos de la ciudad permitirá la llegada de navíos más grandes.

En 2019, la última temporada turística previa al coronavirus, Barcelona recibió tres millones de cruceristas y el 40% solo estuvo cuatro horas en la ciudad. "No es sostenible", zanjó. No obstante la ciudad se encuentra todavía lejos de las cifras anteriores a la pandemia. Entre enero y abril legaron a la capital catalana 220.316 cruceristas, una cifra todavía lejana a las de antes de la Covid-19.

Colau se inspira en la regulación a los cruceros de Baleares

La alcaldesa puso como ejemplo a estudiar el acuerdo alcanzado en Baleares para regular el sector. El pacto que afecta al puerto de Palma de Mallorca establece que solo pueden llegar a la capital balear tres cruceros al día. Y únicamente uno podrá tener una capacidad superior a los 5.000 pasajeros.

La norma en el archipiélago se firmó a comienzos de mayo después de un acuerdo entre el Ejecutivo autonómico y la patronal de navieras. "Equilibra el sector", celebró entonces el Gobierno balear.

Barcelona no tiene competencias en materia portuaria, pero sí está presente en la Autoridad Portuaria, que está presidida por la Generalitat y en la que también está el Gobierno.