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Por qué admiramos a multimillonarios como Musk o Gates pese a odiar a los ricos en general, según la ciencia

  • Un estudio concluye que las personas tendemos a odiar a los que tienen más dinero que nosotros, excepto algunos perfiles concretos

elEconomista.es

Es obvio que Elon Musk o Bill Gates no caen bien a todo el mundo -y cada uno ha pasado por sus propias épocas y sus polémicas- pero parece evidente por la cantidad de contenido que se publica sobre sus gustos, rutinas e intereses que son dos personas a las que mayoritariamente se tiende a seguir o admirar.

Sin embargo, parece existir una desconexión, ya que mayoritariamente no sentimos la misma admiración por personas más ricas que la media.

La Universidad Estatal de Ohio y la Universidad de Cornell han publicado una nueva investigación que muestra por qué la gente tiende a admirar a los multimillonarios individuales, pero le desagrada en general las personas ricas.

Nos gustan las personas individuales ricas, pero no los ricos como grupo

El estudio, en el que participaron 2.800 personas en ocho experimentos diferentes, descubrió que la gente suele creer que los individuos se hacen ricos porque son inteligentes, tienen talento y son trabajadores, y se merecen su riqueza.

Pero cuando se trata de grupos de personas ricas, como los ejecutivos de alto nivel (un caso que se proponía a los participantes en el estudio), la mayoría de la gente tiene una visión más cínica.

Atribuyen la riqueza de estos grupos a la suerte y a un sistema económico que les favorece, según el extracto del estudio.

En uno de los experimentos del estudio, los participantes leyeron el mismo dato (que los sueldos de los directores generales de las 350 empresas más grandes de Estados Unidos habían pasado de ser 48 veces superiores a los del trabajador medio en 1995 a 372 veces en la actualidad) pero presentado de dos maneras diferentes.

Un grupo leyó que todos los sueldos de los directores generales habían aumentado, mientras que otro grupo leyó sobre un director general específico de una gran empresa, la empresa de electrónica Avnet, con sede en Phoenix, cuyo sueldo había crecido. En el segundo grupo hubo mucha más gente que dijo que los directores generales merecían ganar más que el empleado medio.

Tolerancia a la riqueza

Estas conclusiones podrían tener implicaciones en el mundo real: Las conclusiones afirman que la forma en que los políticos y los medios de comunicación hablan de la riqueza y la desigualdad puede influir en la tolerancia de la gente a las disparidades extremas de riqueza.

Según el estudio, es más probable que la gente apoye los impuestos sobre la riqueza de los superricos cuando piensan en un grupo de multimillonarios que en una persona individual.

Algunos multimillonarios han hablado en los últimos años de cerrar esa brecha. Gates, por ejemplo, escribió en un artículo en su blog en diciembre de 2019 que apoya un mayor impuesto sobre las ganancias de capital, que es un impuesto sobre el dinero puesto en inversiones, y un impuesto estatal sobre la renta en su estado natal de Washington.

"Unas pocas personas terminan con un gran negocio -yo he sido recompensado desproporcionadamente por el trabajo que he hecho- mientras que muchos otros que trabajan igual de duro luchan por salir adelante", escribió Gates.