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La subida del coste de la luz provoca que cargar un coche eléctrico sea un 135% más caro
- La amortización frente a un gasolina se endurece y llega hasta los 4 años
- De media, en la tarifa valle, el coste de recarga llega a los 447 euros anuales
elEconomista.es
El progresivo aumento del precio de la electricidad ha provocado que miles de familias españolas se encuentren en una situación de auténtica vulnerabilidad energética. Por no pagar la luz del hogar, pero también por las consecuencias indirectas que esto está teniendo. La última, escatimada sobre los coches eléctricos, que han encarecido sus gastos obligados ya que cargarlos ahora tiene un coste medio de 447 euros anuales.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sigue demandando medidas intervencionistas en el mercado energético y esta vez ha usado el efecto sobre los vehículos eléctricos para justificar el importante aumento de los gastos que están teniendo que hacer frente los hogares españoles.
Con un sobrecoste del 135% respecto al inicio de octubre de 2020, recargar un coche por la noche (horario valle) hace 365 días costaba 190 euros, por los 447 euros que supone con el precio actual de la electricidad. Además, en lo que va de 2021, el aumento ha sido de casi un 40% (302 euros) de media lo que ha provocado que la amortización de un vehículo eléctrico tarde más años.
Comprar un coche eléctrico sigue siendo más rentable a largo plazo que uno de gasolina, pero se necesitan más años para amortizarlo
Así, mientras hace un año la amortización del sobrecoste que supone un eléctrico sobre un gasolina (unos 7.500 euros más barato) era de dos años y medio, con el precio de la electricidad actual este periodo se ha incrementado a cuatro años. Prueba directa de que, pese a la subida, un coche que no usa motor de combustión sigue siendo más rentable a largo plazo.
Y es que 'llenar' por completo un tanque de un eléctrico es menos de la mitad de caro que un gasolina (1.006 euros) al cabo de un año. Unas estimaciones que se hacen sobre los 10.000 kilómetros y que para la OCU supone un paso atrás para la descarbonización.
La subida de la luz, una piedra en el camino de la descarbonización
Esto se entiende puesto que aunque la gasolina y el diésel también han incrementado su precio, la electricidad lo ha hecho en mayor medida lo que puede suponer una traba para los usuarios que quieren cambiar su vehículo. Por ello, la institución aboga porque el Ejecutivo tome cartas en el asunto y entre de lleno en el mercado para regular un coste que no solo afecta ya al consumo de los hogares, si no que va más allá llegando hasta encarecer la movilidad sostenible.