Estas son las peores preguntas vistas en una entrevista de trabajo

Suele haber mucha literatura en torno a las entrevistas de trabajo y cómo un candidato se enfrenta a un proceso de selección. Algunas de las preguntas que realizan grandes CEOs suelen resonar cuando salen a la luz, como es el caso de Elon Musk, quien plantea a sus candidatos un particular acertijo.

Pero la suya no parece ser la más complicada si atendemos a una recopilación realizada por Resume.io, una plataforma de creación de currículums, que hizo recientemente una encuesta para conocer las peores preguntas que se hacen a los candidatos.

La primera pregunta que señalaron los encuestados según la recopilación que habían hecho los candidatos es: "¿Cuántas gasolineras hay en Estados Unidos?"

"Es una pregunta un poco tramposa", opina en la recopilación Rolf Bax, jefe de recursos humanos de Resume.io. "A menos que estés postulándote para trabajar en BP, tu entrevistador no necesita realmente esta cifra. Más bien quieren ver cómo piensas".

Otra pregunta señalada es un reto que planteó un entrevistador de la siguiente forma: "Tienes un minuto para convencerme de que compre este bolígrafo".

Bax en este caso arguye que el entrevistador está tratando de aprender lo bien que ejecutan las tácticas de venta habituales y cómo de persuasivos son.

Y otras preguntas más clásicas

La recopilación también incluye preguntas más clásicas como "¿Dónde te ves dentro de cinco años?"

Aquí, lo que el entrevistador quiere saber son dos cosas principales. La primera es el compromiso con la empresa, es decir, y la segunda se refiere a la ambición por progresar en la empresa.

"¿Cuál es tu mayor debilidad?" o "¿Y por qué deberíamos contratarte?" son otras preguntas clásicas que aparecen en el ranking como las más odiadas por los candidatos. Ambas preguntas fueron catalogadas como difíciles de responder. Además, se las hacen más a menudo a las mujeres que a los hombres.

Cómo prepararse estas preguntas

Desde Resume.io se dice que las preguntas difíciles se dividen entre los experimentos mentales como los de las gasolineras y las preguntas relativamente sensatas pero difíciles como la de dónde se ve el candidato en un margen temporal amplio.

Ambos tipos de preguntas ponen al candidato en apuros para comprobar su proceso de pensamiento. Mostrar un enfoque tranquilo y metódico es, en la mayoría de los casos, más importante que la propia respuesta, dicen los expertos.