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Así multan los más de 1.000 radares que la DGT tiene desplegados en carretera para este verano

  • Los helicópteros Pegasus y los drones, la gran novedad para esta campaña
  • La mayoría de cinemómetros funcionan bien con antenas, bien con láser
  • La campaña de verano de la DGT se extenderá hasta el 29 de agosto
Foto: Europa Press.

elEconomista.es

Con la vuelta a una normal movilidad en las carreteras españolas, tras el fin de las restricciones más severas por la covid-19, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha desplegado una intensa campaña para evitar la mayoría de los accidentes posibles a lo largo de estos meses. Con un amplio operativo, el crudo de todo el equipamiento de los agentes está en los 1.270 puntos de control con sus respectivos radares, fijos y móviles.

Ya casi pasado un mes desde que la DGT diese el pistoletazo de salida a la campaña de verano, que se alargará hasta el próximo 29 de agosto, los diversos radares así como todos los agentes que Tráfico tiene repartidos por la geografía española continúan tratando de evitar la mayor cantidad posible de accidentes.

Y es que este es el objetivo único de los cinemómetros, el de cazar a los imprudentes y disuadir para que se circule con la mayor seguridad posible. "La vigilancia y el control son necesarios, son la forma de hacer que la ley se cumpla. Lo deseable sería que las denuncias por exceso de velocidad fueran cero. El mejor radar es el que no denuncia", ha apuntado Jorge Ordás, subdirector general de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la DGT.

España, aún muy lejos de Reino Unido o Francia

Un número de radares que ya supera las mil unidades, aumentando considerablemente una cifra que en 2005 era tan solo de 87 dispositivos por todo el país. Eso sí, aún lejos de Reino Unido (7.200), Francia (4.000) o Bélgica (2.300), los últimos cinemómetros se han instalado en carreteras convencionales donde hay tramos más peligrosos y se producen la mayoría de accidentes fatales.

Además, las nuevas tecnologías han permitido que se implemente también la vigilancia desde el aire. Con 12 helicópteros Pegasus, que en 2020 ya detectaron cerca de 20.000 infracciones, para este verano están siendo clave los drones que sobrevuelan carreteras concretas.

Los drones tienen una autonomía de tan solo 20 minutos pero envían la señal en directo al instante

Estos últimos dispositivos tienen una autonomía de hasta 20 minutos y pueden volar a 120 metros de altura, transmitiendo las imágenes al instante. Estas son recibidas por el operador del propio dron, quien gracias a un ordenador las envía a los centros de gestión de Tráfico donde se analizan y se guardan en caso de haber denuncia para mostrar una posterior prueba con la correspondiente sanción.

Por su parte, la mayor parte de los radares de la DGT se reparten entre pórticos, postes, cabinas laterales, vehículos móviles, trípodes y de tramo. Bien con antenas o señales láser, los haces de luz que se disparan con estos dispositivos son imperceptibles para el ojo humano pero al pasar un vehículo por ellos se rompen, calculando la velocidad a la que ha pasado el objetivo en cuestión.

En caso de sobrepasar los límites establecidos, el dispositivo envía la imagen al centro propio de gestión y es desde allí donde se tramita la multa que termina llegando al domicilio del infractor. En 2018, la DGT gestionó 2.314 millones de denuncias por excesos de velocidad que dieron lugar a la pérdida de 572.000 puntos por infracciones graves o muy graves.