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Alquilar una isla privada en el Caribe por 112 mil euros la noche

Calivigny Island de Granada. Imagen: web Calivigny Island

Tener una isla privada puede ser el sueño insaciable de muchos, pero no imposible gracias a Calivigny Island que, situada en el exótico Caribe, se alquila por 112.580 euros la noche. Un alojamiento de lujo y un servicio exclusivo convierten este lugar en un emplazamiento ideal (y carísimo) para pasar las vacaciones.

En la costa de este oasis tropical la comodidad está asegurada. Dos residencias balinesas de inspiración colonial francesa están a la espera de los viajeros más exigentes. Este sofisticado refugio puede albergar hasta a 20 personas con sus 10 suites diseñadas por Oscar de la Renta y Richard Frinier, donde cada una cuenta con un baño individual elaborado en mármol. En el dormitorio principal enormes ventanales iluminan la sala, donde se puede disfrutar de un jacuzzi privado decorado con esculturas y detalles en cada rincón. Para relajarse la terraza es el escenario perfecto, en el que se aprecia una buena panorámica de la piscina y el mar caribeño.

La casa en voladizo es otra de las viviendas que alberga este paraíso, donde se ofrece a los huéspedes una experiencia única con vistas al océano Atlántico y el Caribe. En su interior nueve suites decoradas por Christopher Guy son una auténtica obra de arte repletas de una decoración de lujo y mobiliario moderno. Además de varias terrazas, este hogar tiene una piscina de agua dulce y acceso directo a la playa.

Para los que deseen más intimidad a pocos pasos de la orilla se han construido tres cabañas de dos habitaciones. Todas ellas cuentan con un jacuzzi privado al aire libre y una gran terraza. Sin duda unos hogares que son el cielo en la tierra.

Una amplia gama de actividades y deportes están a disposición de todos los clientes. La isla cuenta con más de 32 hectáreas por recorrer repletas de paisajes exuberantes, que combinados con las expediciones en barco en busca de acción, relajantes cruceros con una copa de champán, esquí acuático o buceo para explorar los arrecifes hacen que se convierta en una experiencia imposible de olvidar.

Los huéspedes también pueden visitar la isla de Granada, a tan solo cinco minutos en barco, donde el descenso por las cascadas Seven Sisters es una experiencia muy recomendable, pero los menos atrevidos también pueden divertirse descubriendo los tesoros submarinos que esconden las aguas cristalinas que rodean la isla.

Comer en Calivigny es otro placer más. Los chefs privados crean menús personificados para todos los clientes. Siguiendo el nivel del resort, los alimentos son productos locales que proceden del propio invernadero de la isla, con una calidad exquisita. Los cocineros pueden elaborar para el invitado desde una cena gourmet hasta un picnic en la playa o un cóctel en la terraza, todo lo necesario para que se sienta como en casa.

Si ya suena fenomenal, las imágenes dejan sin palabras. Calivigny Island, con un total de seis playas de arena blanca privadas, es el lugar idóneo para tomarse un tiempo de relax y desconexión, pero que solo unos pocos se lo pueden permitir.

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