
Imagina una pequeña aldea rodeada de agricultores, ganaderos, niños corriendo para ir al colegio, amas de casa, que caminan por sus empedradas calles y ancianas que se disponen a dar paseos o simplemente a sentarse algún banco de la plaza. Ahora continúa imaginando... ¿Y si todo eso fuera tu hotel?
Dedicado al comercio de la lana y de la trashumancia años atrás... Nadie diría que esta zona puramente rural hace mucho tiempo, es ahora uno de los resort con más encanto de nuestra geografía...
Un remanso de paz y tranquilidad y el mejor destino para evadirte del bullicio de las grandes ciudades. En esta pequeña aldea no hay teléfonos, ni televisión, y muchísimos menos aparatos de música, o conexión a Internet en las habitaciones...En este lugar te parecerá haber retrocedido 30 años atrás, a una época en la que la revolución tecnológica aún no había llegado y en la que se vivía de una manera muy diferente.
Lo cierto es que un día, esta pequeña y tranquila aldea quedó deshabitada, sin embargo, los dueños de este original hotel se negaron a volver a vivir el encanto de esta zona para siempre y decidieron convertirla en un hotel. ¿Sus límites? Toda la Aldea: Sus casas son el hotel, sus calles y su plaza forman parte de él... Un aldea reconvertida en un pequeño hotel con encanto, situado en Mas d´en Roqueta, s/n 12163 Término Municipal de Culla, Castellón, España .
Leer, disfrutar de los sonidos de la naturaleza o de las vistas al valle de la Serra d'Engarcerán, así como del Maestrazgo de Castellón o del Parque Natural del Desierto de las Palmas, mientras escuchas el vibrante movimiento de las aguas o los cantos de las chicharras al atardecer, pueden ser los mejores instantes para aquellos que anhelan paz y tranquilidad y un ambiente lejos del estrés de las grandes ciudades.
¿En su interior? dejamos atrás ese ambiente rústico para adentrarnos en un entorno de diseño y amplios espacios, dominado por sus 18 suites. Todas las habitaciones tienen terraza, porche, mirador o patio y diferentes ambientes. ¿Imaginas poder leer un libro frente a la chimenea de una suite en una pequeña aldea del fin del mundo?
Como cualquier hotel de diseño que se precie, esta aldea posee un exquisito restaurante que nos introduce en la sugerente gastronomía de la zona. Pescado fresco de la lonja de Vinaroz, carne de Vilafranca, verduras y frutas de las huertas locales y, en su temporada, carne de caza o setas de sus bosques...
¿Lo más original? realizar un picnic que el propio hotel te organiza, si decides aprovechar para hacer turismo rural, rutas de senderismo, rutas en bicicleta o enoturismo.
¡Disfruta de las vistas de su piscina natural en mitad de un entorno rural, mientras degustas algunas especialidades de su gastronomía!