¿Te imaginas dormir en un iglú con una temperatura de 25º? ¿Y disfrutar del exotismo de la sabana sin temer que te despierte el rugido de un león junto a tu oído? Incluso descansar en el interior de una vieja y destartalada diligencia del Antiguo Oeste, convenientemente modificada para que el inquilino sienta que está durmiendo sobre un colchón de nubes y no de clavos en su viaje a la tierra de los sueños.

Todo esto es posible en el Fantasyland Hotel, alojado en el centro comercial de Edmonton. Con ofertas de 195 dólares (unos 152 euros) la noche y packs de diversión gratuita y asegurada en sus múltiples atracciones, el hotel es un lugar de descanso alternativo donde la imaginación impregna cada mueble y centímetro de pared. Investigando sus 354 habitaciones, cada puerta conduce a un mundo completamente distinto y maravilloso, como si convergieran en el mismo edificio distintas máquinas del tiempo. Compagina el viejo glamour de las antiguas habitaciones romanas con el lujo estridente de una habitación digna de una estrella de Hollywood. Duerme con la placidez y profundidad con la que dormirías mil y una noches en una habitación ambientada con la atmósfera de una tienda nómada, un oasis de frescor en el desierto de las suites convencionales. Finge viajar en un antiguo interrail canadiense sin moverte de la cama o relájate escuchando las salpicaduras de una fuente de aguas de la Polinesia junto a tu cama, mientras tus ojos desnudan la decoración isleña y sueñan con un crucero alrededor del mundo a tierras misteriosas y llenas de aventuras.

  Para aquellas familias con niños pequeños que desean un verano divertido y diferente sin tener que pasar antes por un viaje interminable y agotador, o para aquellas que desean evitarse el ajetreo de los vuelos internacionales, disponen del hotel Sol Milanos Pingüinos Hot en primera línea de playa de Menorca, entre el mar salado y el agua dulce de la piscina del hotel, aderezada con un toque de cloro. Sus 597 habitaciones, adaptadas tanto a las necesidades de los más pequeños (con una decoración que imita la cueva de los Picapiedra) como a la comodidad y la sencilla sobriedad que esperan los mayores, invitan a unos días de relax para olvidarse del resto del mundo entre los vaivenes de las hamacas, los baños de sol en las tumbonas y las risas, salpicaduras y el sonido del viento entre las palmeras que conforman una banda sonora digna del Mediterráneo.

Mientras, los niños disfrutarán al verse teletransportados a la época de las cavernas: troncomóviles, almuerzos en el Brontoburguer, filetes de brontosaurio, vajilla especial para los más pequeños, o piscinas y jardines como los de Pedro, Vilma, Pablo y Betty. Si a este perfil le sumamos sus estupendos precios (entre 59 y 79 euros cuesta una habitación por noche, rebajada aún más si cabe cuando hay ofertas) y el escenario natural que recibe a los visitantes en la isla balear, este destino se convierte en una de las apuestas más fuertes para pasar unas vacaciones en familia inolvidables.

  El Celebrities Suites, en el corazón de Bogotá, es un hotel de cinco estrellas que consituye un claro homenaje a grandes símbolos de la cultura musical, literaria y cinematográfica. 

Con una decoración moderna y sencilla en tonos rojos, blancos y negros, encontramos desde habitaciones sencillas hasta suites de dos pisos comunicados con una escalera de caracol de madera oscura, acondicionados con cocina y las necesidades básicas para cubrir estancias de mayor duración. Se encuentra a pocos minutos de dos de las principales atarcciones turísticas de la ciudad, el Museo de Oro y el Cerro Monserrate, y dispone de una buena comunicación por transporte público. A pesar de estar en el nivel más alto de la Guía Michelín hotelera, el precio de las habitaciones por noche resulta bastante económico: las más baratas, a 94 euros.

  Cerramos este póquer de hoteles temáticos con una sugerencia para los más románticos, especialmente aquellos amantes de la música que desean algo distinto a las frías y convencionales, aunque lujosas, suites en las que siempre se alojan en sus viajes. El rey de corazones de nuestra baraja es el hotel Aria, ubicado en el barrio antiguo de Praga, en la zona de la Mala Strana. Las ventanas de sus 51 habitaciones se abren a las vistas más pintorescas y entrañables de esta ciudad, las vistas que encierran mejor su magia bohemia (como el castillo o el puente Carlos, separados por unos minutos de camino).

Pero el detalle característico del hotel se halla en que cada habitación está dedicada a un estilo musical o compositor en concreto, y contiene una biblioteca de CDs con un amplio abanico de opciones musicales. Las corcheas y semicorcheas llenan el vacío y las paredes con sus negras figuras de bailarinas. Los huéspedes tendrán la sensación de estar envueltos en una atmósfera musical permanente.

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