
El mobiliario concebido por el diseñador art déco Albert Rateau para el baño de la duquesa de Alba en el Palacio de Liria de Madrid se exhibe en París, en víspera de una subasta en la que se espera recaudar por él unos 5 millones de euros.
La casa de ventas Christie's considera "excepcional" la venta, tanto por el artista que diseñó los muebles, de los que quedan muy pocos a disposición de los coleccionistas, como por el origen del conjunto, una de las más prestigiosas casas aristocráticas europeas, afirma a Efe su responsable internacional, Philippe Garner.
"Rateau ya era a principios de los años 20 uno de los grandes creadores, con un estilo muy personal, único, inspirado en la antigüedad, pero muy de moda en la época", asegura el especialista.
Sin duda, la fama del estilista francés fue lo que hizo que Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba, le encargara el conjunto como regalo de bodas a su futura esposa María del Rosario de Silva y Gurtubay, marquesa de San Vicente del Barco, heredera de una de los principales linajes aragoneses.
Los padres de la actual duquesa contrajeron nupcias el 7 de octubre de 1920 en la Embajada de España en Londres, de la que el noble era titular. El duque tenía 42 años, 22 más que su esposa, a la que decidió regalar un conjunto concebido por un joven diseñador que, a sus 37 años, estaba en todo su apogeo.
"Era uno de los grandes creadores de la época y trabajaba para los más importantes mecenas del momento", recuerda Garner.
Por eso, Garner insiste en que los objetos de la casa de Alba constituyen "una de las pocas oportunidades que los coleccionistas de art déco tendrán de hacerse con objetos de Rateau".
A su excepcionalidad artística, la colección añade "una historia muy particular", según el responsable de Christie's, que recuerda que los muebles salen ahora a la luz tras tres cuartos de siglo ocultos, lo que confiere a la venta un carácter "mágico".
De hecho, el conjunto rescatado no está completo, si se tiene en cuenta las fotografías o las reconstrucciones que se conservan del original. Falta la bañera, de mármol de Carrara, dado que su elevado peso ha obligado a mantenerla en un almacén a las afueras de la ciudad.
Pero no es la pieza más cotizada del conjunto, pese a que su precio ronda los 200.000 euros. Las estimaciones de la casa de subastas esperan conseguir, al menos, 1,5 millones de euros por cada una de las dos lámparas de bronce patinado decoradas con motivos de pájaros.