Vivienda
La CNMC sanciona a Idealista y otros portales inmobiliarios por fijar precios e intercambiar información
- Idealista: "La sanción no tiene nada que ver con el uso de algoritmos maliciosos"
- El sistema MLS permite compartir una comisión pactada entre los intermediarios
- El sistema imponía un reparto de la comisión al 50% entre captador y vendedor
elEconomista.es
La CNMC ha sancionado a Anaconda; Idealista; Inmovilla; Look & Find; MLS; Remax y Witei por haber llevado a cabo una serie de acuerdos para fijar precios e intercambiar información en el mercado de la intermediación inmobiliaria. Aquí puede leer el expediente final.
Estas prácticas constituyen una infracción única y continuada de los artículos 1 de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia y 101 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, constitutiva de cártel, según revela el comunicado de la CNMC. A la hora de repartir la multa de 1,25 millones de euros, Idealista deberá abonar 730.000 euros (si bien es cierto que es la firma con mayor facturación de las sancionadas) y Remax 375.000. El resto se reparte de forma similar entre los otros portales sancionados.
En noviembre de 2019, la CNMC llevó a cabo diversas inspecciones en la sede de varias empresas y asociaciones del sector de la intermediación inmobiliaria. Posteriormente, en febrero de 2020, la CNMC inició un expediente contra las empresas ahora sancionadas.
El sistema que levantó sospechas
Siempre según el comunicado de la CNMC, las empresas utilizaban un sistema conocido como MLS (Multiple Listing System). Este sistema de colaboración, importado de Estados Unidos, funciona mediante una base de datos que permite a las inmobiliarias usuarias compartir inmuebles captados en régimen de exclusiva compartida.
Cuando una inmobiliaria usuaria del MLS capta un inmueble (venta/alquiler) puede incluirlo en el sistema, lo que permite al resto de usuarios realizar la venta. En ese caso, la "oficina captadora" y la "oficina vendedora" comparten la comisión pactada por el servicio global de intermediación ofrecido.
MLS en España
En 2002, las empresas Remax y Look&Find promovieron el proyecto en nuestro país. Habitania, posteriormente adquirida por Idealista (Idealista Tools), se encargó del desarrollo tecnológico. En el año 2012, Inmovilla y Habitania adaptaron sus sistemas para que ambos fueran compatibles con el sistema. En 2017, la empresa Anaconda, constituida por Remax, Look&Find y MLS, se sumó a la estructura y se encargó de desarrollar y gestionar una base común de compartición de inmuebles.
Además de las empresas franquiciadoras Remax y Look&Find, las empresas proveedoras de software inmobiliario Idealista (a través de Idealista Tools), Inmovilia y Witei contribuyeron de forma activa a desarrollar e implementar el sistema mediante el que se cometió la infracción.
La defensa de Idealista
Desde Idealista argumentan que la resolución confirma lo que siempre defendió el portal: el objeto de la investigación que la CNMC no tuvo nunca nada que ver con el uso de algoritmos maliciosos para manipular el precio del alquiler.
En su defensa, desde el departamento de comunicación aseguran que "Idealista ha sido la empresa de las siete sancionadas a la que se le impone la menor sanción en términos porcentuales, reflejo de su limitada responsabilidad en las supuestas prácticas realizadas por las agencias inmobiliarias. El importe de 730.000 con que la CNMC sanciona a idealista es el resultado de aplicar el menor porcentaje a la facturación de idealista, la más alta de las empresas investigadas".
La intrahistoria de MLS
Volviendo al controvertido sistema, las franquiciadoras que desarrollaron este programa MLS aprobaron un reglamento obligatorio para las inmobiliarias usuarias que exigía aplicar la comisión mínima del 4% en las ventas y de un mes en los alquileres. También imponía un reparto de la comisión al 50% entre la oficina captadora del inmueble y la que cerrase la transacción.
El incumplimiento de las reglas podía conllevar sanciones disciplinarias e, incluso, la suspensión de la condición de asociado, con la consiguiente imposibilidad de acceder a la bolsa de inmuebles.
Las empresas de software también participaron en la conducta anticompetitiva, ya que estuvieron en reuniones de diseño del sistema y establecieron filtros y otros medios de control que aseguraban que todos los inmuebles subidos al sistema cumplían con las condiciones exigidas en el reglamento interno.
La implantación de un software que permitía el seguimiento de honorarios en inmuebles captados de competidores y el acceso a información sensible entre ellos permitió asegurar la aplicación del sistema en el mercado inmobiliario, que se caracteriza por estar atomizado por el lado de la oferta y de la demanda.
Límites a la competencia
En consecuencia, tanto las normas como los desarrollos de software limitaron la competencia entre las inmobiliarias al establecer comisiones mínimas y otras condiciones comerciales y generar un nivel de transparencia incompatible con la competencia necesaria entre las entidades.
Además, excluyeron de las ventajas del sistema MLS a aquellas entidades que no estaban dispuestas a aceptar las reglas contrarias a la competencia contenidas en el reglamento.