Vivienda

Frente al alza de los costes de construcción, grandes acuerdos

  • Luis García Malo de Molina, director de Operaciones de AEDAS Homes
  • Nuevos sistemas constructivos: acortan plazos y aportan certidumbre a los costes

Luis García Malo de Molina

Pese a los obstáculos que han ido apareciendo últimamente (Covid-19, incremento de los costes energéticos, carestía de materias primas, problemas de transporte) y a la espera del texto final del nuevo Plan de Vivienda, el sector inmobiliario residencial goza de buena salud. Pero debemos ser cautelosos. Más contratiempos como los que estamos viviendo pueden llegar a alterar un mercado que tiene limitaciones desde el lado de la oferta.

El buen resultado de la vacuna contra la Covid-19 ha traído consigo la reactivación de la economía global y de la actividad industrial en particular, lo que, por otro lado, ha conllevado a una escasez de materias primas, que a su vez está provocando un incremento de los costes. Si los particulares tienen que pagar más por los servicios y bienes disponen de menos dinero para consumir o destinar al ahorro. Si las empresas tienen que pagar más para producir los bienes se verán obligadas a subir precios, lo que llevará a una pérdida de competitividad, una reducción del crecimiento y una contracción de la demanda; con el efecto pernicioso que tiene para el empleo.

Según ha publicado el Banco de España, el 30% de la fuerte subida del mercado mayorista, catalizador de la factura de la luz, no tiene explicación, pudiendo desprenderse que los mercados no están actuando en un mercado de competencia perfecta. De hecho, los futuros están anticipando una corrección a la baja que veremos en próximos meses. Algo parecido a lo que está pasando en el mercado energético se está trasladando a mercados como el del acero, del aluminio, del cobre, de la madera y de otros productos.

Los costes se mantuvieron estables hasta primavera

Si bien en el sector inmobiliario los costes se han mantenido estables hasta la primavera pasada, desde entonces venimos detectando una subida generalizada en los costes de construcción que se sitúan en el entorno del 7% de manera global -en apenas seis meses-, mientras que la tasa de variación anual del IPC en España en septiembre ha sido del 4%. Ese 7% obedece no solo al incremento de los costes de producción, sino también a un componente de riesgo por la incertidumbre de lo que pueda pasar en los próximos meses y que los proveedores cargan en sus ofertas.

Ni el sector residencial, ni sobre todo la sociedad puede permitirse este ritmo de inflación, ya que ésta se traduce, inevitablemente, en un mayor precio de la vivienda, lo que cierra el acceso a una casa a una parte importante de la sociedad. Principalmente, a los jóvenes.

¿Qué podemos hacer para frenar esta arriesgada espiral? Desde el sector promotor no podemos hacer nada a nivel macro, pero sí actuar a nivel micro para contener o mitigar el riesgo que trasladan los proveedores en sus ofertas. Una posible solución pasa por cerrar grandes acuerdos marco con los fabricantes, proveedores y constructores, que les aporte la certidumbre que necesitan en los costes. Los acuerdos dan estabilidad a la cadena de valor y atenúan el riesgo.

Otra medida frente al incremento de los costes son los Métodos Modernos de Construcción (MMC) y la industrialización, que en AEDAS Homes impulsamos desde 2018. Estos innovadores sistemas constructivos, además de acortar los plazos de entrega, también aportan certidumbre a los costes de producción. Los procesos offsite permiten economías de escala que sujetan los costes y el precio de las viviendas para beneficio de la sociedad.

Los innovadores sistemas constructivos acortan plazos de entrega y aportan certidumbre a los costes

Como decía al principio, el sector inmobiliario tiene limitaciones desde el lado de la oferta. La escasez de mano de obra es un problema al que tenemos que dar respuesta de la mano de las administraciones. Hay que fomentar la Formación Profesional para reactivar oficios que hoy no tienen relevo generacional, y hacer más atractivos trabajos como el de fontanero, el de electricista, el de albañil, etc. Este empleo de mayor calidad ya se percibe en la construcción industrializada, catalizador hacia la modernización laboral. Un modelo de construcción más fabril favorece un ambiente de trabajo más atractivo para los jóvenes y para la mujer -representa menos del 10% del empleo en la construcción-. Hablamos de un entorno más seguro, productivo, con una conciliación laboral mejor y mejores salarios.

El sector disfruta de buen momento del lado de la demanda, pero necesita que actuemos en la oferta para contener precios. Promotores, constructores y proveedores debemos llegar a acuerdos de transformación. La sociedad lo necesita y no podemos estar inmóviles.