Vivienda - Inmobiliario
Zaragoza hará la 'ITV' a 277 edificios del casco histórico
- Se actuará también en la zona de Zamoray y Pignatelli
- Se analizará el estado de conservación de la edificación desde el punto de vista de la seguridad y estabilidad
- Las consultas de ocupación ilegal de viviendas crecen un 59% en Zaragoza
Eva Sereno
Zaragoza,
El Ayuntamiento de Zaragoza ha comenzado hoy el Plan Especial de Inspección de Edificios dentro del que se contempla la revisión final de 277 inmuebles en las zonas de Zamoray, Pignatelli y Casco Histórico de la ciudad con el fin de conocer y analizar el estado de conservación edificatoria de estos edificios en términos de seguridad y estabilidad de los edificios.
Las inspecciones han comenzado con las primeras visitas a los edificios entre uno y tres de la calle Cerezo. En concreto, el Servicio de Inspección Urbanística del Ayuntamiento de Zaragoza ha empezado con estas manzanas comprendidas entre las calles Agustina de Aragón, Mariano Cerezo, Escopetería, glorieta José Aznárez y calle Mayoral, que engloban a 38 inmuebles.
La elección no ha sido casual, ya que el número 1 de la calle de Mariano Cerezo, data del año 1871, aunque posteriormente ha sido reformado. Cuenta con seis pisos de entre 53 y 86 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas -bajo más tres plantas- y con sótano. Este inmueble tiene un grado de protección de interés ambiental. También se ha inspeccionado el número 3 en esta calle. En este caso, el inmueble cuenta con cuatro alturas y ocho pisos con superficie de entre 36 y 78 metros cuadrados.
Este es el arranque de este plan que se prolongará durante 30 semanas, alrededor de siete meses, durante los que se harán 230 visitas de inspección. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Zaragoza se harán dos inspecciones por técnico y por semana.
Con esta previsión, se ha realizado una división del mapa del barrio en 14 tramos o áreas por las que irán pasando el equipo de técnicos o agentes inspectores municipales formado por cuatro arquitectos técnicos y dos arquitectos, con la colaboración de personal jurídico y administrativo de este mismo Servicio de Inspección Urbanística del Ayuntamiento de Zaragoza. En este proceso, también colaborarán la Policía Local y las comunidades de propietarios.
Aunque el plan se prolongará durante 30 semanas, desde el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, su consejero Víctor Serrano, ha explicado que se espera alcanzar un "mayor ritmo" de inspecciones a partir del mes de mayo, tras pasar los puentes festivos que tienen lugar estos días.
Las zonas elegidas de Zaragoza para estas inspecciones concentran edificios antiguos por lo que el Ayuntamiento ha decidido actuar, sobre todo también por su entorno socioeconómico y ante las peticiones y preocupación de los colectivos vecinales a lo que se ha sumado el apoyo unánime de los grupos políticos municipales para poner en marcha este plan.
Y es que los propietarios de cualquier inmueble son responsables de acometer las obras necesarias para el correcto mantenimiento, conservación, seguridad y habitabilidad de su edificio y de sus servicios e instalaciones comunes. También es obligación y responsabilidad de los propietarios la Inspección Técnica de Edificios (ITE), que se debe realizar cada 50 años y después con cadencia de 10 años. Un motivo por el que el resultado de las inspecciones, con sus respectivos informes, se trasladará a los propietarios para que, si es necesario, hagan las obras o actuaciones pertinentes para detectar las incidencias y deficiencias.
"Tenemos en la ciudad áreas como Zamoray-Pignatelli, donde existe tanto un problema de índole social pero también una evidente dejación de funciones por parte de algunos de los propietarios del estado edificatorio de sus inmuebles, con el riesgo que ello conlleva para los ciudadanos, tanto de los que habitan en ellos como de los viandantes, lo que hace que el Ayuntamiento tenga que arrogarse un papel que no le corresponde, pero que la seguridad nos lleva a actuar de manera preventiva", ha indicado Víctor Serrano quien ha incidido en la diferente idiosincrasia de los inmuebles que pasarán a revisarse en esta zona. Y es que conviven algunos de más de 100 años, pero otros solo llevan varias décadas construidos.