Vivienda - Inmobiliario

La accesibilidad de las viviendas debe ser un derecho de todos los ciudadanos

  • La reforma de la ley de Dependencia facilitará instalar ascensores en edificios que no disponen de uno
  • Ascensores, rampas o plataformas elevadoras son las soluciones más utilizadas en los edificios

Lorena Torío, Alba Brualla

Mejorar la accesibilidad de las viviendas y de las ciudades se ha convertido en una de las principales demandas de los ciudadanos, y también en un reto para las Administraciones públicas. Sobre los desafíos que plantea crear espacios inclusivos y adaptados en un contexto de cambios normativos se debatió en el Observatorio Cómo romper la brecha de la accesibilidad, organizado por elEconomista.es y TK Elevator. Los expertos coincidieron en que la accesibilidad es un derecho de todos los ciudadanos.

"Es un pilar básico y un derecho universal para la sociedad", destacó Teresa Chomón, directora de Nuevas Instalaciones de TK Elevator, quien explicó que la reforma de la Ley de Dependencia y Discapacidad beneficiará "a todas las personas" ya que, entre otras cosas, facilitará la instalación de ascensores en los edificios que no lo tienen. Para Alberto Gurruchaga Pérez, secretario del Consejo para la Promoción de la Accesibilidad, la normativa "suma" y va en "consonancia con la evolución de la sociedad".

En esencia, la accesibilidad consiste en garantizar la autonomía, seguridad e independencia de las personas mayores, discapacitadas o con movilidad reducida, pero también en crear espacios más seguros y funcionales para familias con niños pequeños o cualquier individuo que, en algún momento, pueda requerir estas adaptaciones. "Accesibilidad también es llegar con el carro de la compra o la maleta y poder subir a casa", señaló Manuela Martínez Torres, presidenta del Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid. Una idea a la que se sumó Carmen Fernández, arquitecta Técnica de Fundación Once, quien recalcó que cuando se rompa la idea de que la "accesibilidad está unida a la discapacidad, se crearán soluciones innovadoras".

Por su parte, el arquitecto José María de Lapuerta puso en valor el hecho de que las personas jóvenes están cada vez "más concienciados" sobre las necesidades de la sociedad y son más "solidarias". Ascensores adaptados, rampas de acceso, plataformas elevadoras o puertas automáticas son las soluciones accesibles más utilizadas en los edificios residenciales.

Una de las claves para avanzar en la mejora de la accesibilidad es la colaboración público-privada, que permite financiar y llevar a cabo las reformas necesarias en edificios antiguos o en el interior de las viviendas que requieran ser adaptadas para personas con movilidad reducida. En este contexto, las ayudas y subvenciones son un elemento fundamental para avanzar en materia de accesibilidad. En este sentido, varios de los ponentes reclamaron mayor agilidad y flexibilidad de los trámites administrativos. "Las ayudas a veces no llegan a tiempo", dijo Carmen Fernández, arquitecta Técnica de Fundación Once. Por su parte, desde el Ayuntamiento de Madrid, que cuenta con diversos programas orientados a mejorar la accesibilidad de edificios y viviendas se comprometió a seguir avanzando en crear ciudades sin barreras.

"La accesibilidad debe ser una prioridad", recalcó Isabel Calzas, directora de políticas de Vivienda y Rehabilitación del Ayuntamiento de Madrid. Los espacios públicos también están avanzando en materia de accesibilidad implementando soluciones innovadoras. Un ejemplo de ello son las escaleras mecánicas, que facilitan el desplazamiento de las personas en zonas con pendientes pronunciadas. También se están incorporando rampas, ascensores adaptados y sistemas de señalización táctil y sonora. Estos cambios están apoyados en el uso de la tecnología, que seguirá transformando la forma en la que habitamos nuestras casas y ciudades.

TK Elevator

Para Teresa Chomón, directora de Nuevas Instalaciones de TK Elevator, la colaboración público-privada es la base para mejorar la vida y la accesibilidad de las personas. "Uno de los valores fundamentales en TK Elevator es facilitar la vida a las personas y no dejar a nadie atrás, y para ello la accesibilidad es un pilar básico y un derecho universal para la sociedad. Desde TKE tenemos un área que se dedica exclusivamente a temas de rehabilitación y de accesibilidad y consideramos que la colaboración público-privada es la base para mejorar la vida y la accesibilidad de las personas", explicó la directiva. Chomón cree que es decisivo que los procesos administrativos se agilicen y flexibilicen para poder avanzar en la tarea de romper la brecha de la accesibilidad en las ciudades y en los edificios residenciales.

"En nuestro día a día instalando ascensores en inmuebles que no cuentan con uno, las diferentes normativas son una de las principales barreras, pero sin duda, se deben agilizar los plazos que se manejan", destacó la experta. En este sentido, detalló que de media "se puede tardar unos dos años y medio desde que la comunidad de vecinos se pone en marcha para instalar un ascensor". "Una vez logran consenso entre los vecinos, obtienen la subvención y seleccionan a la empresa instaladora, te topas con que la licencia tarda de media, en el caso de Madrid, entre año y año y medio", apuntó Chomón, que asegura que la región madrileña es "una de las más ágiles gracias a la declaración responsable", pero aún así cree que "lo ideal sería que para los casos en los que hay un problema de accesibilidad para un vecino se hicieran tramitaciones por la vía súper rápida".

Ayuntamiento de Madrid

En Madrid hay más de 215.000 personas con discapacidad y el parque de viviendas es uno de los más antiguos del país, con el 65% de las casas que requiere actuaciones de mejora. En este contexto, el Consistorio cuenta con diversos planes orientados a fomentar la conservación, accesibilidad, eficiencia energética y seguridad de los edificios como el Plan Rehabilita o el Plan Adapta. El primero está orientado a las comunidades de propietarios y dotado con 50 millones de euros en su última edición. Las actuaciones subvencionables incluyen la instalación de ascensores o rampas de acceso, obras de conservación de la cubierta o fachada o mejoras del asilamiento.

El segundo programa contempla ayudas para mejorar la accesibilidad en el interior de las viviendas de personas con algún tipo de discapacidad y/o enfermedades raras. El pasado ejercicio contó con un fondo de cuatro millones de euros, y una línea específica orientada a mejorar la accesibilidad en portales de edificios residenciales. Según detalló Isabel Calzas, directora de políticas de Vivienda y Rehabilitación del Consistorio madrileño, las ayudas públicas alcanzan hasta el 75% del coste de las obras, "con lo que pueden garantizar que las ciudades sean cada vez más accesibles".

"Desde el Ayuntamiento de Madrid consideramos que la accesibilidad es una prioridad en la rehabilitación de todo el casco histórico y edificado de la ciudad. Tenemos la obligación de apostar por ello, ya que es un derecho, y la ciudadanía nos lo está demandando", aseveró. El 70% de las solicitudes que recibe el Ayuntamiento están orientadas a implementar mejoras de accesibilidad en materia energética.

Consejo para la Promoción de la Accesibilidad

La tecnología está revolucionando la accesibilidad en viviendas y ciudades, permitiendo que se implementen soluciones inclusivas a un coste cada vez más reducido. De hecho, Alberto Gurruchaga Pérez, secretario del Consejo para la Promoción de la Accesibilidad, destacó que la aplicación de nuevas técnicas supone un gasto "relativamente asequible que permitirá democratizar la accesibilidad". Para el experto, este ámbito está atravesando un "gran momento" desde el punto de vista de la administración, en gran parte por el número de ayudas disponibles para los ciudadanos, pero también por la calidad de las mismas.

En opinión de Gurruchaga, el parque edificatorio español está mejorando y se está adaptando a las necesidades actuales, pero hay retos muy importantes que afrontar como concienciar a las personas de la importancia de avanzar en este ámbito: "Es un problema que hay que abordar", concluyó.

Administradores de Fincas de Madrid

Los administradores de fincas desempeñan un papel relevante en la accesibilidad de las viviendas, ya que -entre otros asuntos- son los encargados de gestionar los fondos de las comunidades de propietarios. Muchas de las mejoras que se implementan se llevan a cabo gracias a la financiación, un instrumento imprescindible, pero que muchas veces se queda corto, según advierten los propios administradores.

"Nuestro reto es hacer accesible los edificios y mejorar su eficiencia energética, y para ello requerimos ayudas y financiación a coste 0, y ahí es donde necesitamos a la Administración, que tendría que ayudarnos bastante más", dijo Manuela Martínez Torres, presidenta del Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid. Asimismo, recordó que las ayudas no deben ser un elemento "único", sino que hay que concienciar a la población de la importancia de ser solidario. "La accesibilidad depende de todos", dijo.

Fundación Once

"Cuando se rompa el binomio de que la accesibilidad está unida con la discapacidad se diseñarán soluciones innovadoras". Es una de las reflexiones que planteó Carmen Fernández, arquitecta técnica de Fundación Once, sobre cómo se percibe y aborda la accesibilidad en el diseño de los espacios. Para ella, es fundamental incorporar los elementos accesibles desde el principio del proceso constructivo de las viviendas. "De esta forma conseguiremos que los edificios sean inclusivos y evolucionen según evolucionan las personas", señaló.

En cuanto a las ayudas públicas para implementar mejoras en edificios y viviendas, Fernández consideró que los trámites que hay que realizar para acceder a ellas son muy "farragosos" y las ayudas a veces "no llegan a tiempo". Por ello, destacó la importancia de que todos los actores implicados en mejorar las accesiblidad de los ciudadanos "trabajen en común y buscar aliados".

José María de Lapuerta

"Si alguno de mis alumnos proyecta un edificio o un entorno que no sea accesible, suspende". Esta frase del arquitecto y catedrático José María de Lapuerta resume la forma en la que concibe la arquitectura. Para él, los edificios deben estar libres de barreras arquitectónicas y dotar a los usuarios de la máxima autonomía, seguridad y confort. "Los edificios que no tiene barreras arquitectónicas son hermosos", dijo durante el encuentro. Entre las soluciones accesibles que se implementan en las viviendas citó la altura de las ventanas y las barandillas de estilo serpiente cuya forma curvada ayuda a los usuarios a distribuir de manera eficiente el apoyo, permitiendo un agarre más seguro.

El también catedrático de Proyectos Arquitectónicos en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid apostó por convertir los edificios patrimoniales en accesibles, un desafío que requiere un equilibrio entre la preservación del valor histórico de cada inmueble y las necesidades actuales de la sociedad.