Vivienda - Inmobiliario

El sector inmobiliario reclama financiación pública para levantar hasta 200.000 viviendas industrializadas al año

  • Piden movilizar hasta 4.600 millones de euros a través de dos instrumentos financieros 
  • El tiempo de construcción se puede reducir hasta un 50% 
  • Actualmente, solo el 1,5% de las viviendas están industrializadas 
Construcción de viviendas

Lorena Torío

El sector de la edificación sigue adelante con su proceso de transformación, y lo hace apostando por la construcción industrializada. Todavía es un modelo emergente en España (sólo supone el 1,5% del mercado residencial), pero se presenta como una solución innovadora y efectiva para aliviar el problema de acceso a la vivienda, aunque su desarrollo depende (en gran medida) de la apuesta que hagan las administraciones públicas. Precisamente, para que el modelo se expanda y tenga éxito, el Clúster de la Edificación y AFI (Analistas Financieros Internacionales) proponen crear dos instrumentos financieros destinados a facilitar el acceso al crédito a las empresas del sector. Entre los dos sumarían hasta 4.600 millones de euros de financiación, que ayudarían a construir hasta 200.000 viviendas al año, el doble que ahora.

El primer instrumento está diseñado para la capitalización del sector, permitiendo "la aparición de nuevos actores y la mejora de los procesos productivos", explicó Enrique Martín, director asociado de AFI, durante la presentación del informe Financiación para impulsar la construcción industrializada. En concreto, estaría dirigido a pequeñas y medianas empresas con solvencia financiera, cubriendo hasta un 90% de la financiación de proyectos con un límite de 15 millones de euros. El volumen de financiación pública oscilaría entre los 300 y 600 millones de euros.

Entre las actuaciones contempladas estarían la inversión para la compra, construcción, ampliación o adecuación de naves industriales e instalaciones; la compra o renovación de equipos de producción; los activos fijos intangibles como software específico, patentes, licencias, etc., y los gastos de circulante asociados a las inversiones productivas realizadas.

"Se trata de un modelo de riesgos compartidos entre el sector público y el privado, mediante operaciones de coinversión en capital, sujetas a la normativa de ayudas del Estado o mediante operaciones de cuasicapital en un esquema similar al de otras iniciativas públicas", añade Martín, quien destacó la importancia de contar con respaldo financiero público, actualmente inexistente, y subrayó el carácter innovador del modelo propuesto.

El segundo instrumento se centraría en la financiación de circulante, proporcionando apoyo financiero a los fabricantes del sector para la compra de materiales y producción de componentes. Se estima que esta herramienta podría cubrir entre 3.000 y 4.000 millones de euros, reduciendo la dependencia de otras fuentes de financiación y facilitando el acceso al crédito bancario.

"Debemos entender que el sector de la construcción industrializada está integrado por pequeñas y medianas empresas de componentes, que tienen dificultades para acceder a los instrumentos financieros públicos previstos en las etapas iniciales. Esta situación implica un fallo de mercado", aseguró Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente del Clúster de la Edificación y de la Corporación Vía Ágora.

Entre las ventajas que ofrece la construcción industrializada destaca que es más sostenible y respetuosa con el medio ambiente que la tradicional, acorta los plazos de construcción hasta en un 50%, aumenta la empleabilidad de mujeres y jóvenes, y, entre otras cosas, impulsa la I+D+i. El estudio impulsado por el Clúster de la Edificación y AFI (Analistas Financieros Internacionales) cuenta con la colaboración de ACR, Actia, Ávita, Casais, Culmia, Finsa, KronosHomes, Lignum Tech y Treehood.