El éxodo urbano es posible gracias a la venta de viviendas por solo un euro
- Tal es la necesidad de repoblación que muchos pueblos ofrecen ventajosos intercambios en materia de vivienda y trabajo para los nuevos residentes
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Elena Garagui
Según los datos del INE acorde al último censo de población, 5 de cada 10 municipios en España tienen menos de 500 habitantes y, lo que es peor, se encuentran en riesgo extremo de desaparición. La 'España vaciada' es una realidad más que tangible pero aún reversible, gracias a programas como el 'Plan Repuebla' de Castilla y León, a los proyectos del Pla Conviure y del Rehabilitem Llars, ambos subvencionados por la Generalitat Valenciana, y a las subvenciones estatales del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que tiene por objetivo combatir la despoblación en los pueblos más pequeños.
El teletrabajo, la muchas veces estresante vida en la ciudad y los abusivos precios en las grandes urbes, han generado un movimiento contrario al que sucedió a mitad del s.XX: el éxodo rural ahora es el éxodo urbano, sobre todo mucho más notables en localidades satélites a las capitales de provincia. Según el propio Instituto Nacional de Estadística, Rivas Vaciamadrid es el sexto municipio español que más creció durante el pasado 2022, un 3,5% que supuso un aumento de 3.394 personas nuevas censadas. Igualmente, Hospitalet de Llobregat, ciudad dormitorio de Barcelona, también registró un incremento demográfico del 3,5 %, con 9.366 nuevos habitantes.
Y aunque tanto Rivas Vaciamadrid como Hospitalet de Llobregat son localidades más que asentadas, son un ejemplo de la repoblación futura, en gran parte gracias a los precios de la vivienda, mucho más asequibles en los pequeños pueblos de la meseta.
Tal es la necesidad que apremia a estas aldeas que muchas de ellas optan por ofrecer ventajosas ofertas: vivienda gratis a cambio aumentar la natalidad, trabajo asegurado y alojamiento de alquiler asequible, e incluso la venta de propiedades por menos de lo que cuesta un paquete de pipas. Y aunque esta última 'moda' de casas a 1 euro nació en Italia, cuyo proceso demográfico se asemeja bastante al de España, algunos ayuntamientos españoles también la han puesto en práctica.
Alquiler social por 50 y 150 euros
En Portell de Morella, Castellón, el consistorio ha llevado a cabo una iniciativa de repoblación que ofrece trabajo y alojamiento para hasta tres familias. "Dentro de la estrategia municipal de rehabilitación del entorno construido del pueblo", el ayuntamiento adquirió en propiedad 3 inmuebles para poder rehabilitarlos, con un presupuesto total de casi 250.000 euros, y ofrecerlos como alquiler social. Así, es posible irse a vivir a Portell de Morella a una de las viviendas reformadas por tan solo 50 euros al mes y trabajar en unos de los siete puestos que oferta el consistorio.
Para este 2024, el Ayuntamiento de esta localidad valenciana ha aprobado un presupuesto de más de 900.000, orientado en gran medida "a continuar con la reforma y rehabilitación de diferentes espacios municipales y de varias viviendas, para que, con la creación de nueva vivienda y su posterior alquiler a precios reducidos, Portell de Morella se convierta en foco de recepción de nuevos pobladores", según en declaraciones de su propio alcalde Álvaro Ferrer.
Por su parte, la localidad de A Xesta, en Pontevedra, lleva años luchando contra la despoblación y ofreciendo viviendas asequibles por un alquiler de tan solo 100 euros, a cambio de la responsabilización de algunas de las reformas necesarias de la vivienda. Esta pequeña aldea gallega se suma también a la iniciativa de Rubiá, en Ourense, cuyo plan contra el éxodo rural es ofertar viviendas a costo bajo, entre 100 y 150 euros, con el fin de atraer familias con niños y así poder mantener la escuela del pueblo abierta.
200 casas por un dólar
Para la 'España vaciada' el reto del éxodo urbano implica una repoblación que mantenga vivos todos aquellos servicios básicos que ya ha comenzado a extinguirse en esos pequeños pueblos; escuelas cerradas por falta de alumnado, centros de salud clausurados y con tan solo un servicio médico a la semana, tiendas de alimentación desaparecidas... La despoblación ya es una de las primeras preocupaciones no solo de España, sino también de toda Europa, especialmente de los países del sur, como Italia, Portugal y Grecia. Aunque también afecta de manera significativa a las naciones del este del continente como Rumanía, Hungría y Serbia.
Del otro lado del continente, Estados Unidos también enfrenta una transición rural que aumenta año tras año y a la cual solo frena las ofertas en materia de vivienda que el gobierno americano mantiene en distintas localidades del país como en Baltimore, donde, según fuentes oficiales del Ayuntamiento de la ciudad, habría cerca de 15.000 desocupadas.
Si bien el problema del éxodo rural en Baltimore se traduce más en una fuga debido a las altas tasas de criminalidad y de pobreza de la ciudad y de todo el estado de Maryland. Con todo, las autoridades de la localidad ponen a la venta más de 200 viviendas por el simbólico precio de 1 dólar a cambio de que los nuevos inquilinos se comprometan a rehabilitarlas. La iniciativa es una copia del programa 'Casas por un dólar' puesto en marcha en los años 70.
El éxodo de 700.000 personas
Aunque hablar de la 'España Vaciada' es hacerlo de la mitad de los municipios del territorio, estos tan solo albergan una población superior al 17% del total. Está claro, entonces, que el grueso de la sociedad habita en grandes ciudades, y podría ser más de seguir confirmándose la transición del éxodo urbano.
Según los datos publicados por el Instituto Metrópoli y promovido por la Asociación Catalana de Municipios el 21 de febrero, casi 700.000 personas quieren abandonar Barcelona y los grandes municipios de alrededor para mudarse a zonas menos pobladas y pueblos rurales. Entre otros motivos, la vivienda se encuentra en primer lugar, seguido de mejorar la calidad de vida y poder formar una familia.
Sin duda alguna, los motivos económicos en general y el coste de la vida (relacionado con la calidad de vida) han pasado también a ser la principal causa para querer cambiar de residencia y buscar vivienda en entornos más alejados de las grandes ciudades. La intención es tal entre la población barcelonesa que los datos de la ACS indican que ha aumentado de un 5,7% en 1995 a un 24% en el año 2022.