Vivienda - Inmobiliario

Las áreas metropolitanas impulsan las subidas en el precio de la vivienda

  • El precio medio de la vivienda ha subido en el último año un 6,9%
  • En las áreas metropolitanas ha crecido un 8,2%

Mónica G. Moreno

El precio medio de la vivienda nueva y usada ha crecido en el último año un 6,9%, registrando la tasa más baja desde marzo de 2022, según la estadística Tinsa IMIE General y Grandes Mercados. Las áreas metropolitanas impulsan la subida y se muestran como el grupo con mayor dinamismo, al registrar un alza del 8,2% en el último año. Le siguen las capitales y grandes ciudades (7,3%) y resto de municipios (7,1%).

Según señalan desde la tasadora, los territorios más vinculados al turismo son los que registran en enero una menor distancia en su valor medio respecto al mismo periodo del año anterior, por debajo de la media nacional. Así, el precio de la vivienda en los territorios insulares ha crecido un 2% respecto a enero de 2022, mientras que en la costa mediterránea la subida ha sido del 5,1%.

Desaceleración

En cuanto a la variación mensual, desde Tinsa resaltan que el mercado residencial prolonga en el primer mes del año la desaceleración iniciada en 2022. Y es que el precio medio de la vivienda nueva y usada se incrementó un 0,3% entre enero y diciembre. Al igual que en el comportamiento interanual, las áreas metropolitanas se mostraron como el grupo más alcista con un repunte de casi un punto porcentual, frente al estancamiento de las capitales y grandes ciudades y el descenso del 1% de los territorios insulares en el último mes.

Los últimos datos de inflación y PIB han mejorado las perspectivas macroeconómicas y hacen esperar una moderación de las subidas de tipos de interés por parte del BCE a medida que avance el año. "Aun así, se anticipa que el coste de las hipotecas continuará incrementándose en 2023 para reflejar las subidas de tipos que hasta la fecha se han trasladado sólo parcialmente al crédito hipotecario nuevo", afirma Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa. "En consecuencia, se mantienen las perspectivas de una demanda residencial que se reduce sin desplomarse y una tendencia a la estabilización de los precios", añade Arias.