La inversión colaborativa, en auxilio de la vivienda nueva
Gonzalo Urdiales
Pese a que la incertidumbre sobrevuela el mercado inmobiliario, en 2023 la inversión en el sector residencial seguirá siendo una decisión acertada, dado que la vivienda es uno de los activos que mejor resiste la inflación. Y lo será fundamentalmente para los pequeños ahorradores e inversores que buscan alternativas para proteger su dinero y obtener rentabilidades que otros productos financieros no ofrecen. No olvidemos que España sigue siendo, además, un país de propietarios.
La fortaleza y resiliencia que ha demostrado el mercado inmobiliario en los últimos años -muy especialmente el residencial- lo han convertido en un valor refugio, incluso en el contexto macroeconómico y geopolítico actual. Por su parte, el segmento residencial de obra nueva ofrece al inversor un valor añadido frente a la segunda mano. Se estima que la inversión en estos activos, tanto si se destina al alquiler como a la venta, seguirá creciendo en los próximos años. No hay que olvidar que su revalorización es superior a otras tipologías de inmuebles por diferentes motivos.
Revalorización de los activos residenciales
Uno de ellos es la tendencia al alza de los precios. Según datos de la Sociedad de Tasación, en 2022 la vivienda nueva aceleró su ascenso con un incremento anual del 7,1%, la mayor subida registrada desde junio de 2007. El precio del metro cuadrado aumentó así hasta los 2.732 euros de media a finales de diciembre, todavía por debajo del récord registrado hace 15 años, momento en el que el metro cuadrado alcanzó los 2.905 euros. Entre los motivos, la falta de oferta de pisos de nueva construcción y el incremento del precio de los materiales y el coste de financiación.
Por otro lado, hay que tener presente el crecimiento sostenido de la demanda ante una oferta insuficiente. Especialmente en las dos grandes capitales, Madrid y Barcelona, donde no es fácil encontrar una vivienda nueva y menos aún en las zonas más céntricas. Esta realidad ha situado a las viviendas de nueva construcción en el punto de mira de pequeños ahorradores e inversores, por su gran atractivo en cuanto a rentabilidad. La Asociación de Promotores Constructores de España (APCE) estima que se necesitan 200.000 unidades nuevas al año para cubrir la demanda.
Desde el sector promotor apuntan a que la actividad de obra nueva continuará estable, aunque con una ligera moderación en el número de transacciones. La Sociedad de Tasación habla también de una demanda sostenida, capaz de absorber toda la vivienda nueva que sale al mercado y unos niveles de oferta insuficientes para cubrir la demanda. Asimismo, no debemos perder de vista la importancia de factores como la eficiencia y la sostenibilidad. Las viviendas de obra nueva, además de estar listas para entrar a vivir, son un producto más sostenible y de calidad, que responde a los nuevos requisitos habitacionales. Por ello, ofrecen a su vez liquidez inmediata. Los edificios son todavía hoy responsables del 40% del consumo energético de la UE y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Es por esto que las nuevas promociones caminan hacia una edificación más sostenible y eficiente. Una vivienda rehabilitada y mejorada energéticamente puede llegar además a revalorizarse más de un 35%.
Por último, cabe destacar el auge del build to rent. El sector promotor coincide en señalar que la vivienda en alquiler seguirá al alza. De este modo, segmentos como este cobran peso por la robusta demanda del mercado. Este modelo, basado en la construcción de inmuebles para alquilar, se percibe como una excelente alternativa para el inversor.
Financiación rápida… y rentable
No obstante, no hay que pasar por alto que, a pesar de la alta demanda, las promotoras no siempre pueden acceder a la financiación para el desarrollo de nuevas promociones. Las restricciones al crédito que desde hace tiempo imponen las entidades bancarias y el alargamiento de los plazos para obtenerlo abren la puerta a nuevas fórmulas como la financiación participativa. Este modelo de inversión, que da entrada a pequeños y medianos inversores a través de plataformas de crowdfunding como Urbanitae, está haciendo posible que operaciones inmobiliarias viables salgan adelante sin menoscabar su rentabilidad.
En Urbanitae estamos muy satisfechos de haber contribuido, a través de nuestra comunidad de inversores, a incrementar el parque de obra nueva. Hasta la fecha hemos colaborado con casi 50 promotores para desarrollar más de 1.400 viviendas en España, en su mayoría promociones nuevas. Y lo hemos logrado gracias a nuestros inversores, que solo en 2022 han aportado más de 46 millones en una veintena larga de proyectos.
La financiación participativa puede ofrecer ese apoyo financiero que precisa el mercado promotor para incrementar el parque de vivienda nueva y equilibrar la balanza entre oferta y demanda. Y no hay duda de que esto podría reportar enormes beneficios en mercados residenciales más tensionados generando, al mismo tiempo, oportunidades atractivas para esos ahorradores que buscan rentabilidad con un riesgo moderado.