Vivienda - Inmobiliario
Baleares debate si limitar la compra de viviendas a no residentes ante la tensión del inmobiliario
- Sobre la mesa, limitar la compra de pisos a extranjeros para blindar a los locales
- Según el PP, la medida pone en riesgo el mercado de la vivienda de lujo
- La propuesta sigue el guion de países como Finlandia, Dinamarca o Malta
elEconomista.es
Baleares tiene un problema con el inmobiliario y está en busca de soluciones. La tensión que vive el sector por el drástico aumento de precios de la vivienda ha llevado al Govern a retomar el debate de una medida que ya se esbozó a principios de año: poner un límite a la compra de pisos por parte de los no residentes o de quienes lleven menos de cinco años viviendo en el archipiélago.
Durante el pleno de este miércoles, el conseller balear de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, ha apostado por llevar a cabo un "debate profundo" sobre cómo aplicar la medida. La propuesta ocurre una semana después de que el Parlament aprobara una iniciativa de los regionalistas de El Pi en la que se instaba al Ejecutivo regional a frenar la presión humana y la saturación que viven las islas; el texto ya hacía referencia a la limitación en la compra de casas.
El debate no será fácil. Durante la sesión, el diputado del PP Sebastià Sagreras ha reprochado al conseller que "con las cosas de comer no se juega" y ha mantenido que la ciudadanía se merecer un debate "serio y constructivo" sobre el problema de la falta de vivienda y su encarecimiento, también del alquiler. Achaca la subida de los precios a las "medidas populistas" de la presidenta Francina Armengol y de Podemos.
Según Sagreras, el debate no tiene recorrido porque, ha indicado, las viviendas que cuestan un millón de euros o un millón y medio -que son las que compran los inversores extranjeros principalmente- "no entran en competencia" con las valoradas en 200.000 o 250.000 euros, que son a las que acceden los residentes nacionales bien para comprar, bien para alquilar. Y ha remarcado el riesgo de que la limitación merme el mercado de la vivienda de lujo para extranjeros, que genera un negocio "muy importante" para pequeñas y medianas empresas de Baleares.
La propuesta del conseller sigue el guion de países como Finlandia, Dinamarca o Malta, que "protegen" a sus ciudadanos en la compra de sus viviendas y, por tanto, es "algo necesario", ha remarcado Negueruela para alejarse del plan de los 'populares' de hacer de Baleares "la segunda residencia" de Europa: "Baleares no puede ser un parque temático donde no quepa la gente de nuestras islas".
La realidad es que los precios de la vivienda en Baleares no encuentran freno. El metro cuadrado ya supera los 3.100 euros y el alquiler ya en agosto se había disparado un 17,8% interanual, niveles récord tanto para quienes compran como para los inquilinos a los que se ha llegado tras ascensos constantes desde marzo de 2015.
El avance del euríbor solo ha complicado la situación. Las prisas por comprar antes de que las hipotecas se encarezcan más y endurezcan las condiciones ha aumentado la tensión en un momento en que la falta de stock -no hay que olvidar las limitaciones territoriales del archipiélago- es acusada.