El administrador propone una segunda puja en la venta de TAU, con Sherpa, Pamesa, Snel Business y Gedesco
Olivia Fontanillo
El administrador concursal de TAU Cerámica -Taullel SA- ha propuesto al juez abrir una segunda fase en el proceso de venta de su unidad productiva, a la que acudirán las sociedades que han presentado las ofertas más competitivas: Sherpa Capital, el Grupo Pamesa -a través de Portovan-, Snel Business y Gedesco. El administrador ha tomado esta decisión ante la complejidad del proceso de valoración de las propuestas, debido a que cada una de ellas hace planteamientos diferentes, en los que, además del precio de compra, entran en juego factores como la forma de pago, el plan de negocio, la cancelación de deudas, la adquisición de sus instalaciones y el compromiso de inversión. Si se abre una nueva fase, los interesados podrán mejorar sus propuestas.
Al concurso de habían presentado otras tres ofertas, por parte de Indes Capital SL, Focus Capital SL y Nfoque Consultora Management, que quedan descartadas.
La oferta mejor situada por precio es la de la sociedad de inversión Sherpa Capital, con 23,1 millones de euros, que abonaría en varios plazos. No se compromete a asumir las deudas ni a mantener al 100% de la plantilla -unos 143 empleados-.
Si se tienen en cuenta los diferentes conceptos incluidos, la de Pamesa podría situarse por encima de Sherpa, en unos 25 millones. Fernando Roig se compromete a pagar 5,5 millones de euros en efectivo, a cancelar las deudas -unos 16 millones de hipotecas y 3,5 millones en otros conceptos-, a mantener a la totalidad de la plantilla y afrontar un plan de inversiones que avance en su objetivo de consolidarse como primer grupo por producción de cerámica en España. Roig tendría ya un acuerdo con los bancos acreedores, Santander y BBVA.
Snel Business ofrece 8 millones y Gedesco, 7,7 millones.
La crisis golpeó duramente a TAU, que ha pasado de ser uno de los grandes grupos del sector, con cuatro plantas de producción y más de 1.000 empleados, a tener una sola planta y alrededor de 140 trabajadores, con una caída en facturación de 180 millones a unos 30 millones. Los sucesivos ajustes no lograron evitar el concurso.