Transportes

Fomento estudia recurrir a la Guardia Civil para frenar el caos en El Prat

  • Sólo dos trabajadores votaron a favor de la propuesta de la empresa
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. <i>Foto: Nacho Martín</i>.

África Semprún, Estela López

"La mediación ha sido un fracaso". Así de contundente se mostró este jueves el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, tras conocer que la plantilla de Eulen había rechazado la propuesta de la Generalitat de Cataluña de un alza salarial de 200 euros en 12 meses. Los trabajadores que se encargan de controlar el filtro de seguridad de El Prat votaron el jueves una subida lineal de 250 euros al mes en 15 pagas que no se había planteado en la mesa de negociación y, que según el propio ministro, "es inviable". Es decir, un 56% más de lo que aceptó a principios de semana la firma que preside María José Álvarez. "Es imposible que la compañía Eulen acepte una subida de este tipo, por lo que las huelgas de este fin de semana se van a mantener", explicó De la Serna en una rueda de prensa a última hora de la tarde. A partir de ahora se abre un nuevo escenario, mucho más complicado, que puede provocar el caos en el aeropuerto catalán, ya que a partir del lunes 14 de agosto las huelgas serán indefinidas y de 24 horas consecutivas.

Ante el panorama que se plantea en pleno puente de agosto, donde se esperan más de 4.000 vuelos, el Gobierno ha convocado un comité de crisis en que se analizarán todas las medidas "dentro de la legalidad vigente" que se puedan tomar para "garantizar la seguridad y el orden público en El Prat" así como el tránsito de pasajeros, explicó el ministro. A la reunión, que tendrá lugar este viernes en Barcelona, acudirán el presidente de Aena, la directora de El Prat, representantes de la Guardia Civil, Fomento y del Ministerio del Interior. Sobre la mesa están todas las opciones, entre ellas que la propia Benemérita tome el control de los filtros de seguridad en el caso de que se colapse el aeropuerto y se desate el caos por la huelga indefinida.

En este punto, no hay que olvidar que los filtros de seguridad de los aeropuertos son responsabilidad de la Guardia Civil, que es la que tiene la autoridad real para registrar las maletas y cachear a los pasajeros en los controles. Como no hay suficientes guardias civiles en España, Aena, Fomento e Interior firmaron un convenio por el cual el gestor se comprometía a dotar de personal privado para reforzarlos.

Por su parte, una asociación de la Benemérita ha criticado que la Generalitat ahora acuda a la Guardia Civil para asegurar la integridad del aeropuerto cuando "han tratado de echarlos".

Mientras la cosa se complica en Barcelona, los pocos logros conseguidos por el personal de El Prat han animado a las plantillas de otros aeropuertos de la red de Aena a exigir mejoras en sus condiciones. Así, el conflicto se están extendiendo al aeropuerto de La Coruña y de Santiago, el primero en manos de Eulen y el segundo de Prosegur. Los sindicatos de la zona han convocado paros a partir del 20 de agosto. Entre sus demandas se sitúa el abono de un plus salarial, además del abono mínimo de seis horas de jornada en los turnos inferiores a la misma y el pago del parking, entre otras cuestiones. UGT ha llamado a los sindicatos de otros aeropuertos a que se sumen a las huelgas.

Sin posible pacto

En cuanto a un posible pacto de última hora con los trabajadores, el ministro lo ve imposible, por lo que ya ha asumido que habrá paros intermitentes el viernes y el domingo y que el lunes empezará la indefinida. "Es inexplicable que se inste a los trabajadores a crear colas y generar perjuicios a los pasajeros. Es inexplicable que consideren que la subida propuesta es insuficiente. La situación que generan los trabajadores ha creado graves perjuicios a los ciudadanos y a las compañías aéreas. A partir de aquí viene una situación totalmente distinta y comienza una huelga cuyas consecuencias es difícil de valorar", criticó el ministro. En esta línea, el asesor del comité de huelga, Juan Carlos Jiménez, dijo a la prensa tras la votación que "es difícil sentarse a negociar cuando la empresa ya se ha plantado", pero lo intentarán.

Por su parte, Eulen lamentó en un comunicado que el aumento salarial planteado por la Generalitat en la mediación ya iba "más allá de lo económica y razonablemente admisible" y que espera "una reconsideración urgente de la decisión tomada por los trabajadores, en aras de solucionar el conflicto". Consideró, además, que el comité de huelga "no ha respetado el compromiso adquirido" con la Generalitat.

La consellera de Trabajo de la Generalitat, Dolors Bassa, lamentó que la votación de los trabajadores se haya limitado a la propuesta económica y se hayan añadido opciones que hasta ahora no se habían puesto sobre la mesa de negociación. Y es que no hay que olvidar que la propuesta incluye que se sumara un vigilante a cada filtro de seguridad, hasta los cinco por línea, unas condiciones que Aena se ha comprometido a incluir en los pliegos futuros.