Transportes y Turismo
Los maquinistas señalan a Adif por las incidencias y piden planificar más las obras
- El sindicato SEMAF reclaman una mejor coordinación y mejorar la información a viajeros
- El ministro Puente, en cambio, limita los problemas a la obsolescencia de la flota
- Puente anticipa otros dos años de incidencias ferroviarias y avanza la compra de nuevos AVE
Víctor de Elena
El sindicato de maquinistas SEMAF ha situado a Adif en el centro de las críticas por el incremento de incidencias en la red ferroviaria. La organización exige al administrador de infraestructuras una mejor planificación de las obras, más coordinación con las operadoras y una mayor agilidad en la resolución de los problemas que afectan tanto a profesionales como a viajeros.
"Es necesario que el administrador de la infraestructura mejore la planificación y la coordinación de las obras para evitar las incidencias derivadas de éstas", subrayan desde el sindicato, que reclama también más información a los profesionales y usuarios afectados.
Desde la organización sindical se subraya que el volumen y la envergadura de las obras que Adif tiene en marcha son los más elevados de la historia reciente, pero que estas cifras no repercuten estrictamente en trabajos de mantenimiento, lo que a su parecer es más urgente.
En cambio, se está priorizando la extensión de la red, la ampliación de capacidad en estaciones o su construcción, algo que consideran, en algunos casos, difícilmente compatible con la fiabilidad que requiere el mantener en paralelo la operación habitual.
Una tormenta perfecta
En el sector ferroviario ya se ha instaurado el concepto de la "tormenta perfecta": más operaciones en la red, coexistencia de trenes con distintos sistemas, falta de mantenimiento ajustado al nivel de uso y material obsoleto que se sigue empleando para poder cubrir la demanda.
La consecuencia, explican desde el sindicato, es un círculo vicioso: si los trenes viejos no entran en mantenimiento porque son necesarios para la operación diaria, aumentan las averías, fallan sistemas básicos que mejoran el confort, como el aire acondicionado, y el material se degrada con mayor rapidez. La obsolescencia de la infraestructura ferroviaria agrava el problema. Al no retirarse circulaciones, el sistema opera siempre al límite, lo que amplifica los fallos cuando se producen.
La visión del Gobierno
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, lleva días ofreciendo una lectura distinta y limitada a la fiabilidad de los trenes, pero sin arremeter contra Adif. En el Congreso, anticipó que los dos próximos años estarán marcados por más problemas en la red, atribuyéndolos principalmente a la calidad del material rodante. En su intervención, explicó que la combinación de trenes antiguos, en sus últimos años de vida útil, y nuevos modelos con fallos iniciales conforma un escenario inevitable tras más de una década sin adquisiciones.
"Han pasado 15 años sin estrenar un solo tren de larga distancia y 17 en Cercanías", señaló Puente, que puso como ejemplo las incidencias con los trenes Avril (serie 106 de Talgo), recientemente incorporados a la flota de Renfe. El ministro admitió que en una revisión rutinaria se detectaron "fisuras en los bogies" de algunos de estos trenes en servicio en la línea Madrid-Barcelona, lo que obligó a su retirada temporal.
Puente definió la situación como una "tormenta perfecta" derivada de cuatro factores: mayor número de trenes en circulación, lo que satura la red; fallos en el material rodante; coexistencia de obras en la infraestructura; e incidencias externas, como los incendios, que este verano representaron el 23% del total frente al 7% del año pasado.
Asimismo, el ministro defendió que, frente a países como Alemania, donde se interrumpe el servicio para acometer grandes obras, en España la política es mantener la circulación siempre que sea posible. "En España solo se corta el servicio ferroviario si no queda más remedio", subrayó Puente, al justificar la compatibilidad entre las obras de gran calado y la prestación de los servicios.