Transportes y Turismo

IAG mantiene su interés en comprar la portuguesa TAP en función de las condiciones que imponga Lisboa

    Avión de la aerolínea TAP. iStock

    elEconomista.es

    International Airlines Group (IAG) -en la que se integran Iberia, British Airways, Vueling, Aer Lingus y Level- mantiene su interés en la compra de la portuguesa TAP, aunque dependerá de las condiciones que imponga el Gobierno portugués en su reprivatización.

    El grupo Lufthansa también está interesado en la compra de TAP: en septiembre del año pasado dijo que tenía interés en adquirir una participación minoritaria del 19,9% en la portuguesa.

    El Ejecutivo luso aprobó ayer la reprivatización del 49,9% de la aerolínea (el 44,9% para inversores y el 5% para empleados), que prevé tener concluida en un plazo de un año, aunque todavía no ha detallado el precio. IAG mantiene su interés en entrar en el capital de la portuguesa, pero la firma espera conocer las condiciones que pone el Estado luso para esta operación.

    Los términos de la venta no se conocen todavía, aunque el gobierno del país ha avanzado que es esencial mantener las rutas estratégicas con conexiones a destinos donde haya emigrantes lusos y a países de lengua portuguesa (Brasil y países de África, sobre todo), lo que justifica que conserve la mayoría del 50,1% para poder ejercerla en "momentos críticos".

    Mantener Lisboa como sede y como centro de distribución del tráfico aéreo son otras de las condiciones que impondrá a los compradores el gobierno portugués, que ha inyectado 3.200 millones de euros en los últimos años para la reestructuración de la empresa.

    En octubre pasado, el Ejecutivo portugués anterior, que también presidía Luis Montenegro, confirmó que existían negociaciones con los tres grandes grupos aéreos europeos (IAG, Lufthansa y Air France-KLM).

    Fuentes del sector defienden las fuertes sinergias entre IAG y TAP, además de por la cercanía geográfica, por la posibilidad de configurar un 'hub' dual (Madrid-Lisboa), y porque permitiría completar el mapa de vuelos a América Latina, uno de los destinos más potentes para Iberia, incorporando el mercado brasileño, en el que la portuguesa es líder.

    Además, abriría conexiones con países de África (las antiguas colonias portuguesas, Cabo Verde, Angola y Mozambique, entre otras), un territorio que apenas sirven las compañías de IAG.