Transportes y Turismo

El destino turístico en peligro de extinción que tambaleará la economía de California


Elena Garagui

Las playas de arena blanca de Cádiz siempre han sido comparadas con aquellas paradisiacas de las Maldivas y las de arena negra comunes en las Islas Canarias con las islandesas e incluso con las playas de Hawái. Pero las simulitudes se acaban con la 'Playa de Cristal' (Glass Beach), en California, sin símil español, pero de tal importancia que podría provocar pérdidas millonarias para la región.

Estados Unidos es uno de los países con mayores kilómetros de costa del mundo: casi 20.000 km entre los que destacan los 1.350 km de California, siendo sus playas uno de los grandes atractivos turísticos. Incluida la Glass Beach que, efectivamente, está compuesta de millones de pequeños trozos de cristal.

Aunque ahora en peligro, la singular 'Playa de Cristal', en la localidad costera de Fort Bragg, es uno de los principales sustentos de la economía de la región, siendo responsable casi del 35% del turismo de la zona con más de 100.000 visitantes al año, según datos ofrecidos por la organización Mendocino County Tourism Commission. Una pieza fundamental en los ingresos de la región sustentada por hoteles, comercios y tiendas de souvenirs. Aunque para recuerdo, el que se llevan los turistas de la propia playa, motivo por el que está despareciendo.

Naturaleza en estado puro

Lo que ahora es un polo de atracción para locales y extranjero hace más de 100 años era un vertedero. Entonces, la zona, apenas desarrollada, usaba ese espacio como lugar para arrojar toda clase de desperdicios, que luego eran tragados por el mar: desde plásticos hasta electrodomésticos, incluidos los vidrios de donde surgió más tarde la playa que es hoy en día.

Así, el paso del tiempo y la propia acción de la naturaleza convirtieron los restos de cristal en preciosos guijarros de colores mediante un proceso que duró décadas en los que el mar tragaba, pulía y devolvía a la costa esos cristales. Con el cierre definitivo del vertedero a mitad de los años 60 y tras una profunda limpieza de la zona quedó al descubierto una playa recubierta de vidrio marino.

Fort Bragg, California

Y así, a principios de los 2000, la zona fue incorporada al MacKerricher State Park, lo que impulsó su popularidad. La Glass Beach se convirtió rápidamente en una atracción turística de renombre internacional, atrayendo a miles de visitantes cada año.

1,5 dólares por cada dólar invertido

Sus casi 100.000 visitantes anuales son a la misma vez el verdugo que hará que la playa pueda desaparecer en los próximos años. Durante todas estas décadas los turistas que acuden han recogido estos cristales preciosos como recuerdo, a pesar de las señales que lo prohíben, y acusando un descenso importante del material y provocando a su vez del turis en la zona.

En 2018 Mendocino County Tourism Commission señaló que el turismo representaba cerca del 35% del ingreso anual de Fort Bragg, con Glass Beach como uno de los tres principales puntos de interés, con un efecto multiplicador de 1,5 dólares por cada dólar invertido en turismo en la región.

Tras el cierre de un aserradero local en los años 90, la 'Playa de Cristal' ha sido el principal motor para cafeterías, tiendas de artesanía y demás comercios que han ido prosperando gracias al flujo continuo de visitantes, que ahora ven más oscuro su futuro debido a su posible desaparición.

Investigadores del California Coastal Commission han documentado una disminución de hasta el 60% en algunas áreas desde el año 2000, lo que irremediablemente provoca una disminución de la economía de Fort Bragg que traería consigo una disminución importante de empleo, inversión y desarrollo, ya que de momento no existe un pla de conservación y vigilancia de la playa.

De la misma manera, uno de los últimos informes del Mendocino Chamber of Commerce estima que la pérdida del atractivo de Glass Beach podría suponer una caída de entre 20% y 30% en la economía turística local en los próximos diez años.