Transportes y Turismo

Adif tardó nueve horas en arreglar la catenaria que paralizó el AVE Madrid-Andalucía

Vehículos de mantenimiento trabajando en la catenaria de una línea ferroviaria. / Foto: Cesare Sapienza

Víctor de Elena

El gestor de la red ferroviaria de alta velocidad, Adif, tardó nueve horas en activar y desplazar al equipo encargado de reparar una catenaria rota que agravó la difícil situación de la línea Madrid-Andalucía durante el pasado domingo y lunes, afectada por un robo de cobre que tumbó su sistema de seguridad a partir de las 18 horas. Una vez en el lugar de los hechos, los operarios —pertenecientes a una subcontrata— resolvieron en apenas una hora el problema que ahora tiene enfrentados a Iryo, Renfe y el ministro de Transportes, Óscar Puente.

Así consta en un informe interno de Adif, al que ha tenido acceso elEconomista.es, donde la subdirección de Servicios y Mantenimiento reconoce que a las 21:55 horas del domingo 4 de mayo le fue notificada una "avería de electrificación" por la falta de tensión en la catenaria en ambas vías en el tramo comprendido entre la localidad de Yeles y la base de mantenimiento de La Sagra, en la provincia de Toledo.

Sin embargo, no fue hasta las 06:55 horas del lunes 5, nueve horas después, cuando la llamada "vagoneta de electrificación" (el vehículo de mantenimiento encargado de arreglar este tipo de incidencias en la catenaria) llegó al punto de la avería, según el mencionado informe.

Los trenes de alta velocidad suelen tardar menos de media hora en llegar a este punto desde Madrid a sus velocidades habituales, aunque los vehículos de mantenimiento de vía suelen tener limitada su velocidad máxima a los 80 km/h, o incluso menos.

Arreglado en menos de una hora

Su necesaria actuación para reestablecer la infraestructura obligó a demorar todas las salidas de los primeros trenes del día al estar ambas vías ocupadas, una por el tren afectado y otra por la vagoneta.

La incidencia fue comunicada por Iryo al gestor ferroviario al constatar que el tren no tenía tensión tras haberse quedado tirado en ese punto, un aspecto que ha dado lugar a un cruce de acusaciones entre la empresa y el ministro de Transportes, Óscar Puente.

El gestor ferroviario, Adif, reconoce en su informe que este problema se solapó con el problema previo que ya sufría ese trazado, después de que a las 18 horas fueran sustraídas varias piezas de cobre pertenecientes al sistema de señalización LZB que supervisa y controla el tránsito de trenes.

A las 07:50 horas, se dio por reparada la catenaria y se restableció la tensión en ambas vías, quedando pendiente el traslado del tren de Iryo. Una vez liberada la vía 1, se permitió la circulación para todos los trenes con origen o destino Toledo con limitaciones, tal y como comunicó Renfe, al tener que circular en vía única en ese tramo.

Después de que la composición de Iryo fuera apartada en La Sagra, Adif procedió a restablecer la circulación por ambas vías, aunque entonces seguían demorados un total de 33 trenes, como señalaron las comunicaciones lanzadas desde el Ministerio de Transportes a primera hora del lunes.

Cruce de acusaciones entre Puente e Iryo

Las versiones sobre el origen de una avería posterior en el sistema eléctrico han desatado un enfrentamiento público entre Iryo, Renfe y el Ministerio de Transportes. Según el ministro Óscar Puente, y el presidente de la operadora pública española, Álvaro Fernández Heredia, la caída de un tramo de catenaria se debió a un supuesto "enganchón" de un tren de Iryo al reanudar la marcha tras la parada técnica.

Esta hipótesis, basada en un informe de Adif, sugiere que el pantógrafo del convoy pudo haber provocado la rotura del cable al retomar el contacto. En consecuencia, la combinación de la avería y el sabotaje provocó un "efecto multiplicador" que agravó el colapso.

Iryo, por su parte, niega toda responsabilidad. La operadora italoespañola ha presentado un informe técnico elaborado junto a Hitachi, responsable del mantenimiento de sus trenes, en el que se concluye que el pantógrafo y demás componentes estaban en perfecto estado.

Además, sostiene que el tren ya estaba detenido desde hacía 13 minutos cuando se produjo la pérdida de tensión y que el tramo de catenaria que cayó lo hizo varios metros por delante del pantógrafo, lo que demostraría que no fue el causante del daño.

Puente ha acusado a Iryo de "eludir sus responsabilidades" por las posibles repercusiones económicas. La compañía afirma tener material gráfico y registros técnicos que respaldan su relato y se abierto a colaborar con Adif en la investigación.