Transportes y Turismo

Aena explora llevar a Reino Unido su modelo de red tras recibir luz verde a ampliar Luton

Aeropuerto de Londres-Luton. / LLA

Víctor de Elena

La gestora de los aeropuertos españoles, Aena, mira al Reino Unido para avanzar en sus planes de expansión internacional. La compañía se fijó en sus objetivos que el 15% de su Ebitda proceda del extranjero, una cifra que en 2024 se situó en el 9,4%. Pero el reciente acuerdo de ampliación del aeropuerto de Londres-Luton y lo agitado que está el mercado aeroportuario británico abren la puerta a que esta instalación no sea la única que acabe bajo la gestión de la cotizada semipública.

Una pista sobre las intenciones de Aena de crecer en Reino Unido la dio su presidente, Maurici Lucena, en la última Junta General de Accionistas. Mientras criticaba las formas de Ryanair a la hora de pedir una rebaja de las tasas aeroportuarias, el directivo expresó la fortaleza del modelo "de red" que opera en España, donde los aeropuertos más transitados sostienen las pérdidas de los menos rentables, y defendió la expansión de ese modelo al extranjero como parte de su estrategia de crecimiento internacional.

"El modelo de red, precisamente por su potencia y conjugarse en tarifas aeroportuarias muy bajas, es lo que estamos haciendo en Brasil, y lo que haríamos en el Reino Unido si hubiera otros aeropuertos que fueran interesantes para Aena. Es lo que hacen otros competidores cuando se internacionalizan", exclamó en su intervención.

El mensaje de Lucena coincidió en el tiempo con el anuncio del gobierno británico de dar luz verde al nuevo plan director del aeropuerto de Londres-Luton, el quinto del país, del que Aena es la gestora mayoritaria con un 51% del capital. La empresa española está negociando con el Ayuntamiento de Luton encargarse de ampliar la instalación para que pase de 19 a 32 millones de pasajeros anuales. "Lo normal es que se materialice (el plan director) y queremos protagonizar esa expansión, cerrando un acuerdo con el aeropuerto en virtud del cual seamos los protagonistas de esa ampliación", exclamó entonces.

Refinanciación de Luton

Mientras llega ese acuerdo, la empresa concesionaria, London Luton Airport Operations Ltd (LLAOL), participada por Aena (51%) e Infrabridge (49%) han contratado a HSBC como asesor financiero para refinanciar su deuda, que asciende a 390 millones de libras y una parte de la misma vence este mismo año.

Según Infralogic, la negociación con los prestamistas está en una "etapa avanzada" y se limitará a extender el vencimiento de las obligaciones. La deuda se reparte entre bonos privados por valor de 230 millones de libras con vencimientos entre 2027 y 2029; tres préstamos bancarios —de que uno vence en agosto— y una línea de crédito renovable. La gestora de Luton ya refinanció su deuda en 2017 y contó con la participación de Barclays, Mediobanca, Natwest, Aviva Investors o Standard Life Assurance.

London City, a la venta

En paralelo al anuncio de Luton, se reveló el interés de dos de los propietarios del aeropuerto de la ciudad de Londres (London City) de vender su participación del 50% en el mismo. En concreto, y según reportó Infralogic, OMERS y AIMCo contrataron al banco de inversión Morgan Stanley para que tantee el mercado en busca de posibles compradores, un proceso que no se cerrará antes de finales de año.

Este movimiento se suma al 25% del capital del aeródromo que ya está a la venta por OTPP, el Plan de Pensiones de Profesores de Ontario (Canadá), lo que abriría la puerta a que los tres vendedores fueran relevados por un único comprador mayoritario que ostentaría el 75% del capital. Esta situación coincide con las pretensiones de Aena, sólo dispuesta a asumir participaciones de control donde ostente más del 51%.

El resto de accionistas del aeródromo no quisieron elevar sus posiciones e incluso Wren House, el último de los cuatro, ha declinado vender su parte. El fondo canadiense también tiene a la venta sus participaciones en los aeropuertos británicos de Bristol y Birmingham, así como en los de Copenhague (Dinamarca) y Bruselas (Bélgica). Por ellos se han interesado el fondo australiano Macquarie y la empresa italiana Mundys en una operación que sigue sin cerrarse.

Los cuatro propietarios actuales pagaron en 2016 un total de 2.000 millones de libras (unos 2.400 millones de euros de entonces) por London City y asumieron una importante deuda, pero la pandemia redujo la afluencia del aeródromo más céntrico de Londres, que pasó de 5,1 a 3,6 millones de pasajeros de 2019 a 2024. Esto habría reducido el valor del 50% en venta a precio de entre 700 y 900 millones de euros. En 2023, el aeródromo de la 'City' registró ganancias por valor de 7,7 millones de euros (6,7 millones de libras) e ingresó 118,5 millones de euros (102,7 millones de libras).

Precios por encima del mercado

Sin embargo, el propio Lucena se encargó de rebajar la euforia dando a entender que las opciones que han salido al mercado lo hacen a precios muy por encima de los estándares. La industria suele valorar las compras a un máximo de 15 veces el Ebitda anual del aeropuerto, pero las últimas operaciones han superado por mucho este estándar.

El 2024 fue año agitado en el mercado aéreo británico. En junio, el fondo francés Ardian y el saudí PIF compraron a Ferrovial su 25% del aeropuerto de Heathrow a cambio de 2.500 millones de euros más plusvalías. Ese mismo mes, la empresa estadounidense GIP vendió a la francesa Vinci Airports el 50,1% del aeropuerto de Edimburgo, en Escocia a cambio de 1.480 millones de euros. Por esa instalación también se interesó Aena.

"Estamos satisfechos con el desarrollo del negocio internacional. Somos conscientes de que algunos accionistas y analistas no siempre ven con buenos ojos la expansión de nuestra actividad, pero espero que su escepticismo se vea diluido con la presentación de buenos resultados. La aspiración de alcanzar un Ebitda internacional del 15% es indicativa, es lo que nos gustaría atender, pero está estrictamente subordinada a la calidad intrínseca de las oportunidades que Aena analiza y a los precios que el mercado establezca", reconoció.
Un nuevo futuro para los aeródromos británicos

Diseñado para dar servicio al distrito financiero de Londres e inaugurado en 1987, la instalación cuenta con importantes limitaciones operativas vinculadas, sobre todo, a la admisión de pequeños aviones de pasillo único dada la corta longitud de su pista, de unos 1.500 metros. Para facilitar el crecimiento de la instalación, el consorcio que la opera reclamó autorización para que pudieran aterrizar aviones más grandes, como los Airbus A319 y A320neo, usados de forma mayoritaria por todo tipo de aerolíneas europeas.

El giro mostrado por los laboristas británicos en cuanto al futuro de sus instalaciones aéreas podría cambiar el rumbo de este aeródromo. Al igual que ha hecho con Gatwick, Heathrow y Luton, cuyas ampliaciones irán destinadas a cubrir el medio y largo radio, el Gobierno del Reino Unido ha apoyado el nuevo plan director de London City. De esta forma, aprueba elevar su capacidad desde los 6,5 hasta los 9 millones de pasajeros al dar entrada a las aeronaves mencionadas, lo que conllevará la llegada de nuevas aerolíneas hasta esta instalación, más céntrica que las otras cuatro que dan servicio a la capital del país.

Sobre la motivación expresada por el Ejecutivo británico también se expresó el presidente de Aena, apoyando un "razonamiento" que etiquetó de "interesante" al representar "un impulso con determinación del nuevo paradigma pro-crecimiento". Eso, a su parecer, expresa "que es más importante el bienestar ciudadano vinculado al crecimiento económico futuro que a otras consideraciones", como las medioambientales, que amenazaban con frenar estas expansiones.