Los vuelos cortos crecerán en España en los próximos años pese a la polémica medioambiental

España se consolidará como uno de los mercados más relevantes para los viajes aéreos de corta distancia en Europa, según el informe trimestral Air Travel Forecast to 2030 elaborado por la consultora Bain & Company. En consecuencia, el país alcanzará los 40 millones de viajeros salientes en rutas de menos de 4.000 kilómetros a lo largo de esta década. Esta cifra situará a España junto al Reino Unido (69 millones) y Alemania (47 millones) en el grupo de cabeza dentro del continente en plena polémica sobre el impacto medioambiental de este tipo de conexiones.

El análisis, elaborado a partir de datos del primer trimestre de 2025, mantiene su previsión de crecimiento para el tráfico aéreo español, apoyado en la recuperación del turismo internacional y el dinamismo de la demanda en rutas intraeuropeas. Los vuelos cortos seguirán siendo el eje del mercado español, mientras que los largos experimentarán una evolución más moderada.

A finales de 2023, el movimiento político Sumar acordó con el PSOE la eliminación progresiva de los vuelos de corto recorrido que pudieran ser sustituidos por el tren en aquellos trayectos en los que el ferrocarril tardase menos de cuatro horas. En Francia, esta limitación ya vigente se redujo a las dos horas y media, aunque a efectos prácticos apenas tuvo impacto en el mercado y sólo se eliminaron seis rutas.

En el caso de España, bajarlo a 2h30 supondría eliminar buena parte del tráfico peninsular, aunque el empuje del turismo en los archipiélagos canario y balear, cada año más al alza, no evitaría que las rutas domésticas siguieran al alza. Pese a todo ello, el Gobierno no ha hecho ademán de implementar la medida y compró los argumentos de las aerolíneas nacionales, que argumentaban que estos vuelos cortos efectuaban labores de conexión con los 'hubs' de Madrid o Barcelona.

Estancamiento en Europa

En el conjunto europeo, el informe detecta una evolución dispar. Mientras que las conexiones entre Europa y América del Norte mejoran sus previsiones, con un aumento estimado del 3,5% respecto al trimestre anterior, el tráfico dentro de Europa muestra signos de estancamiento.

Bain & Company proyecta un descenso del 7,5% en la demanda de vuelos intrarregionales en Europa entre 2019 y 2030, condicionada por la presión regulatoria y el coste de mitigación del carbono, a lo que se añade el problema en las entregas de nuevos aviones por parte de los fabricantes.

Esta tendencia contrasta con los crecimientos esperados en otras regiones. En Asia, la demanda intrarregional aumentará un 53% hasta 2030, mientras que en Norteamérica se revisan a la baja las expectativas por la caída en los mercados domésticos de Estados Unidos y México. Aun así, EEUU superará al Reino Unido como primer mercado mundial de viajeros internacionales salientes, con 21 millones más en seis años.

China recupera posiciones tras su caída en 2024, con un aumento proyectado de 26 millones de viajeros salientes, lo que le devolvería al tercer lugar global. India, por su parte, acelera su crecimiento y escalará hasta el noveno puesto, con un avance sostenido especialmente en los trayectos de larga distancia.

A nivel global, la demanda de viajes aéreos en 2024 ya supera los niveles prepandemia, situándose en el 102,6% de los datos de 2019. Para 2030, Bain estima que el volumen total de RPK (ingresos por pasajero-kilómetro) alcanzará los 11,3 billones de dólares, lo que supone un crecimiento del 36% respecto a 2019. Los retos para la aviación en los próximos años estarán marcados por el impacto de los costes ambientales, las fluctuaciones económicas y las políticas comerciales internacionales, según el texto.