Transportes y Turismo

Renfe ejecuta la primera multa de 116 millones a Talgo por retrasar la entrega de los trenes Avril

Tren Avril fabricado por Talgo y entregado a Renfe. / J. E.

Víctor de Elena

La operadora ferroviaria Renfe ejecutó ayer la primera sanción de 116 millones de euros impuesta al fabricante Talgo por demorar en más de dos años la entrega de los trenes de alta velocidad del modelo Avril, renombrados como serie 106. Esta multa equivale al 20% del contrato de construcción de los 30 trenes de alta velocidad, que estaba cifrado en 580 millones.

La compañía pública retendrá a partir de ahora los pagos que pendientes de abonar a Talgo por el pedido, según reveló ayer El Correo. El primero de ellos tendría que realizarse hoy, pero no se efectuará. Quedarían, además, otros 120 millones por abonar, una cifra similar a la indemnización reclamada. Al mismo tiempo, el fabricante tiene todavía siete trenes por entregar a Renfe, lo que podría derivar en un 'tira y afloja' entre ambas partes.

Además de esos 116 millones, Renfe anunció una segunda reclamación de 50 millones de euros por lucro cesante a Talgo, todavía en evaluación por los servicios jurídicos de la empresa pública. Posteriormente, el ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció una tercera ronda de sanciones por valor de 80.000 euros por cada día de retraso en la entrega de las unidades a partir del 1 de abril. Talgo entregó la primera unidad el 11 de abril, por lo que la sanción se incrementó en 880.000 euros, haciendo un total de 166,88 millones reclamados en concepto de indemnización.

Talgo disparará su deuda

La compañía dirigida por Gonzalo Urquijo ya reconoció en sus últimas cuentas trimestrales que la deuda financiera neta crecerá hasta un nuevo máximo de 5 veces su Ebitda. En 2023 este indicador se situó en 76,5 millones, por lo que la deuda podría superar los 380 millones de euros, frente a los 241 millones con los que cerró el ejercicio pasado, cuando ya duplicó la de 2022, cifrada en 97 millones.

La empresa achacaba esta situación a "las necesidades operativas de fondos debido a proyectos de fabricación en curso", aunque esperaba que se estabilizase a partir del año que viene, situándose en torno a 3,5 veces el Ebitda, lo que supondría ubicarla en torno a los 270 millones de euros. Al comunicar Renfe la multa, Talgo tendrá que provisionar este importe en sus cuentas, complicando aún más su ya débil situación financiera para acceder a nuevos fondos.

Puente avala la fórmula vasca

El anuncio de que Renfe había ejecutado la sanción se dio a conocer apenas unas horas después de que el ministro de Transportes, Óscar Puente, visitase la fábrica de Sidenor en Vizcaya y se reuniese con su presidente, José Antonio Jainaga. La compañía siderúrgica lanzó una primera oferta de compra del 30% del accionariado de Talgo a su máximo accionista, el fondo británico Trilantic, que lleva años queriendo salir de la compañía pero pide más dinero.

Esta operación está apoyada por los gobiernos vasco y central, que colaborarán en la toma de una posición significativa en la empresa de la mano del fondo de ayuda a las empresas vascas Finkatuz y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Para Puente, Sidenor "es un ejemplo de innovación y apuesta por las nuevas tecnologías en una industria tan importante para la economía española como la siderúrgica", aseguró el ministro tras recorrer las instalaciones de la empresa de Jainaga.